Jonás Trueba optará al máximo galardón del Festival de Cine de Karlovy Vary (República Checa), donde hace tres años compitió con «La virgen de agosto», con «Teneis que venir a verla», una invitación expresa para ir a las salas de cine. Además, en la nueva sección competitiva, denominada «Proxima», están «La piedad», una coproducción hispano-argentina dirigida por Eduardo Casanova, y «Ramona», de Andrea Bagney.

El Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary es un certamen de clase A, que ya camina hacia su 56ª edición, que se celebrará del 1 al 9 de julio próximo, siendo el principal certamen cinematográfico en Europa Central y Oriental.

La organización plantea varias secciones pero la principal competición es la que da opción a su famoso Globo de Cristal, un concurso internacional de largometrajes de ficción y documentales presentados como estrenos mundiales o internacionales. Y este año hay tres producciones españolas en el Karlovy Vary.

Por un lado, Jonás Trueba compite por el máximo galardón, el Globo de Cristal, con «Tenéis que venir a verla», producida por la compañía cofundada por el cineasta junto a Javier Lafuente, Los Ilusos Films, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid. El largometraje es una invitación expresa para ir a las salas de cine. Itsaso Arana, Vito Sanz, Francesco Carril e Irene Escolar protagonizan esta película-reencuentro, cuya sinopsis es clara: 60 minutos, 4 personajes, un reencuentro y ganas de escuchar. Tenéis que venir a verla.

Para el cineasta: “Ir al cine se ha convertido en un pequeño acto de resistencia, un gesto poético, un salto de fe. Esta película la hemos hecho desde esa convicción, con rapidez y determinación, a partir de nuestra propia crisis de irrealidad, pero con la alegría de reencontrarnos y de poder seguir haciendo cine juntos”. En España «Tenéis que venir a verla» llegará a los cines a partir del próximo 17 de junio, de la mano de Atalante, apostando por una única sala en cada ciudad con la intención de convertir la exhibición de la película en algo más concreto y cercano, en una oportunidad para disfrutar de la experiencia cinematográfica y prolongarla más allá de los pases, con unos vinos y una buena charla en algún local cercano.

El cineasta competirá con otras once películas: «America» de Ofir Raul Graizer (Israel, Alemania y República Checa), «Borders of Love» de Tomasz Wiński (República Checa y Polonia), «A Far Shore de Masaaki Kudo» (Japón), «Fucking Bornholm» de Anna Kazejak (Polonia), «The Ordinaries» de Sophie Linnenbaum (Alemania), «A Provincial Hospital» de Ilian Metev, Ivan Chertov y Zlatina Teneva (Bulgaria y Alemania), «A Room Of My Own» de Ioseb «Soso» Bliadze (Georgia y Alemania), «Silence 6-9» de Christos Passalis (Grecia), «Summer with Hope» de Sadaf Foroughi (Canadá), Vesper de Kristina Buožytė y Bruno Samper (Lituania, Francia y Bélgica) y «The Word» de Beata Parkanová (República Checa, Eslovaquia y Polonia).

En esta 56ª edición el Festival de Cine de Karlovy Vary estrenará «Próxima», sección que sustituye a «Al este del oeste» y, a diferencia de esta, está abierta a películas de todo el mundo, así como a cineastas noveles que esperan ser descubiertos y a realizadores conocidos que buscan redefinir su trabajo.

Entre los doce trabajos de Proxima hay también participación española. Por un lado encontramos «La piedad», segundo largometraje de Eduardo Casanova tras «Pieles». Se trata de una coproducción hispano-argentina de Pokeepsie Films (la productora de Álex de la Iglesia y Carolina Bang, que también se encargó de «Pieles»), Gente Seria AIE, Spal Films, Link-up y Crudo Films. Está protagonizada por Ángela Molina, Manel Llunell, Ana Polvorosa, Antonio Durán Morris, María León, Daniel Freire, Songa Park, Alberto Jo Lee y cuenta con la colaboración especial de Macarena Gómez y Meteora Fontana. En «La piedad», Mateo vive con su madre Libertad en un mundo color de rosa: un microcosmos que tiene precisamente dos habitantes, madre e hijo. Un día a Mateo le diagnostican cáncer… Hay pocas películas que desafían todas las reglas para contar una historia absolutamente realista, y Piety es una de ellas. Nos encontramos en una realidad donde la madre ejerce el mismo tipo de poder que el dictador que gobierna Corea del Norte. Tan tóxico, tan absoluto y tan mortal.

Y por otro, está «Ramona», de Andrea Bagney, cineasta medio española, medio polaca-norteamericana. Se trata de una producción de Tortilla Films y Sergio Uguet. Está protagonizada por Lourdes Hernández, conocida como Russian Red, y Bruno Lastra. Lo que cuenta: Después de años viviendo en Londres, Ramona y su novio, Nico, han vuelto a Madrid, donde ella espera lanzar su carrera como actriz. El día antes de su primer casting conoce a un hombre más mayor, Bruno, con el que tiene una conexión inmediata. Ramona sale corriendo, asustada de sus propios sentimientos, pero Bruno resulta ser el director de la película y quiere que ella sea la protagonista. Es una oportunidad demasiado grande para dejarla pasar, así que Ramona, animada por Nico, acepta el papel. Ramona trata de mantenerlo todo bajo control, pero Bruno le afecta de tal manera que todo lo que ha construido hasta ahora parece tambalearse bajo sus pies.