EL HIJO DE FERNADO TRUEBLA DEFINE SU PELÍCULA COMO una comedia romántica, con un punto melancólico y nostálgico

Jonás Trueba, hijo del director Fernando trueba y sobrino del también director y escritor David Trueba, debuta en la dirección de largometrajes con «Todas las canciones hablan de mi», que rueda estos días en los estudios de la Ciudad de la Luz de Alicante.

La película habla de lo difícil de sobrellevar una ruptura sentimental. Jonás trueba ha sido coguionista de «Más pena que gloria» (2000) y «Vete de mí» (2005), ambas dirigidas por Víctor García León, y de «El Baile de la Victoria», (2009) dirigida por Fernando Trueba, que se estrenará a principios de diciembre.
Con protagonismo de Oriol Vila, Bárbara Lennie, Ramón Fontseré, Eloy Azorín y Ángela Cremonte, Valeria Alonso entre otros actores, «Todas las canciones hablan de mí» es «una comedia romántica, con un punto melancólico y nostálgico que no cuenta el principio de un amor, sino su supuesto final. Habla de lo difícil que es sobrellevar una ruptura sentimental, sobre todo cuando la persona de la que te has separado sigue presente en tu vida», en palabras de Jonás Trueba. La premisa sería más bién «chico trata de olvidar a chica», algo bastante más difícil de sobrellevar, sobre todo cuando la chica de la que te acabas de separar es la protagonista de todos tus recuerdos y empiezas a pensar que todas las canciones hablan de ti.
La cinta tiene como protagonistas principales a Oriol Vila, que ha participado en otros filmes como «El 7º día», de Carlos Saura y «Tu vida en 65 minutos», dirigida por María Ripoll, y a la actriz Bárbara Lennie, conocida por la serie de televisión «Cuenta atrás», y por su participación en películas como «Más pena que gloria», de Víctor García León y en «Obaba», de Montxo Armendáriz. «Todas las canciones hablan de mí» también cuenta entre su equipo artístico con el miembro de la prestigiosa compañía teatral Els Joglars Ramón Fontseré.
El largometraje está co-producido por Tornasol Films y Castafiore Films, con localizaciones, además de los decorados construidos en La Ciudad de la Luz, en Madrid y en distintas localidades de la provincia de Alicante durante seis semanas. Posee un presupuesto que ronda los 2,4 millones de euros.