Silvio Berlusconi se hace con el fondo de la productora Cecchi Gori, con más de 500 películas y obras maestras

A Silvio Berlusconi, dueño y primer ministro de Italia, parecen no preocuparle su divorcio, escándalos con prostitutas menores, sus historias sexuales, consecutivas operaciones de estética y pintado del escaso cabello, ni el ridículo público en cada reunión de líderes mundiales. El dueño de lo principales canales privados de televisión, se ha convertido en el dueño de obras maestras del cine italiano producidas por Vittorio Cecchi Gori (Florencia, 1942), hijo del también productor Mario Cecchi Gori, y miembro del Parlamento de su país entre 1994 y 2001.

La adquisición se ha hecho por medio de Mediaset, el gigante mediático cuyo propietario es el monopolizador de los medios de comunicación italianos reconvertido en primer ministro, de cuyos gustos cinematográficos se sabe menos que del de su debilidad por mujeres bellas, jóvenes y fáciles. La biblioteca Cecchi Gori consta de más de 500 películas. La transacción se cerró por 17.5 millones de euros (21.7 millones de dólares).

Todos ganan: Vittorio Cecchi Gori se da un respiro en sus dificultades financieras, y Mediaset enriquece aún más sus fondos con obras maestras de Federico Fellini, Marco Risi, Carlo Verdone, Paolo Virsi, Gianni Amelio, Luciano Salce, Luigi Zampa, Giuseppe Tornatore, Gabriele Salvatores y Ettore Scola, entre otros. También, de Bob Rafelson («Man Trouble», con Jack Nicholson y Ellen Barkin), Michael Radford («El cartero y Pablo Neruda») o Luc Besson («Nikita»).

Entre los títulos que Berlusconi asegura hará llegar a nuevas generaciones (aunque sus tendencias de mecenas son escasamente conocidas, Nanni Moretti le dedicó el film «Le caimano» y en el pasado Cannes la actriz y directora Sabina Guzzanti le interpretó en el documental «Draquila»): «El hombre de las estrellas» y «Una pura formalidad», un fastuoso duelo entre Gérard Depardieu y Roman Polanski, De Tornatore; «L’America» de Gianni Amelio; «Puerto escondido» y «Mediterraneo», de Salvatores; «El viaje del capitán Fracassa» y «¿Qué hora es?», de Ettore Scola, una de las películas póstumas de Marcello Mastroianni que acaba de ser penosamente rehecha en USA con Robert De Niro.

Y Cecchi Gori también produjo a Federico Fellini en su postrera «La voz de la luna», con el más restringido Roberto Benigni. A éste le produjo «La vida es bella» e interpretó en ella el papel de un senador, que ejercía en la vida real. Según el productor, los beneficios de sus fondos en manos de Mediaset pueden generar 40 millones de euros. En Mediaset se limitaron a anunciar: «Nos complace enormemente hacer posible que una parte sustancial del legado cinematográfico italiano esté de nuevo al alcance de nuevos espectadores y una audiencia enorme, como nunca antes»