La directora de cine imparte la última clase magistral de la 60ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid

Isabel Coixet clausura este sábado la 60 edición de la Semana Internacional de cine de valladolid con «Nadie quiere la noche», película protagonizada por Juliette Binoche, que en la gala de Clausura recibirá la espiga de Honor del certamen. Cpoixet impartió este viernes una clase magistral ante un auditorio repleto de estudiantes en la que hizo un repaso a su trayectoria, desde el momento en el que empezó su gusto por el cine.

«Cuando era pequeña, en vez de ir a la guardería me dejaban en el cine con mi abuela», confiesa. Sus padres eran grandes cinéfilos y con cuatro años la ponían películas como «El séptimo sello» (1957) y «Easy Rider» (1969). «En Pinocho me tuvieron que sacar del cine, porque me puse muy nerviosa cuando la ballena se lo come”, comentó con nostalgia. Ahí comenzó su interés por hacer películas.

El primer momento en que Isabel Coixet se acercó al cine fue cuando hizo la primera comunión, ya que pidió que le regalaran una cámara de súper 8. Ese día grabó su «primer corto” con una amiga, que le dijo que se tirase coca-cola encima para que pareciese sangre.

Cuando era adolescente, además de leer mucho a Proust, estudió Historia Contemporánea en Barcelona; pero pronto empezó a hacer prácticas en una empresa de publicidad, donde la contrataron al cabo de tres meses.

Coixet recuerda la mala experiencia que tuvo cuando estrenó su primera película, «Demasiado viejo para morir joven», que fue un fracaso en taquilla; «me costaba hasta ir al cine”, confesó. La directora afirmó que se arrepiente de haber rodado esa película, así como otra que no quiso desvelar, ya que al verlas no se reconoce.

Por último, respecto a su trabajo con actores internacionales, reconoce que le gusta escoger para los papeles a actores con quienes pueda hablar claro, decirles lo que es mejor para el personaje, y que no provoque un enfado. «Es importante ser sincero, aunque tampoco al 100%”, añadió Coixet, quien también consideró muy importante para hacer una película el sonido y tener un guión de hierro. «Con mi cine no quiero aburrir, quiero conmover, pero no yo, sino mis películas”, afirma. Por eso la cineasta procura cuidar hasta el mínimo detalle.