ADEMÁS DE MUSICO ICONO DEL POP, DESARROLLÓ UNA RELACIÓN DE AMOR ODIO CON EL MUNDO DEL CINE

l cantante norteamericano Prince Roger Nelson, más conocido como Prince, ha fallecido este jueves a los 57 años. Su representante ha confirmado la triste noticia: la policía hallaba el cuerpo sin vida del artista en su casa de Paisley Park, en Chanhassen (Minnesota).

Conocido por canciones como «Purple Rain», «Nothing compares 2 u», «Let’s Go Crazy» o «I wanna be your Lover», Prince había sido ingresado de emergencia el pasado 15 de abril debido a una gripe que se complicó. En el hospital estuvo en observación durante cuatro horas y luego fue trasladado a su casa. Parece que su estado de salud empeoró tras ofrecer una concierto en Atlanta.

Prince era un iconos de la música pop, carismático, tremendamente innovador y transitó por el rock, el funk, el soul o el R&B hasta popularizar el llamado ‘sonido Minneapolis’, del que fue pionero.

Pero Prince también desarrolló una trayectoria en el mundo del cine. La relación de Prince con el cine fue un amor no correspondido. El album «Purple Rain» era en realidad la banda de sonido de la película dirigida por Albert Magnoli, en ella Prince ganó el Oscar por la canción homónima e interpretaba a The Kid, un artista tan talentoso que casi -y la palabra clave aquí es «casi»- lograba escapar de un historial de abuso a fuerza de música.

El éxito provocó que Prince fuera tentado de nuevo por el cine: «Under the Cherry Moon» (1986), el proyecto resultante, fue uno de esos fracasos tan rotundos, perfectos, que terminan siendo legendarios. «Para aquellas personas desesperadas por conseguir más de Prince, esta película bien puede ser el antídoto», dijo The New York Times. «Una película absurdamente mala», afirmó el Chicago Tribune, con bastante menos paciencia.

Prince lo intentó de nuevo con «Graffiti Bridge» (1990), una especie de secuela de «Purple Rain» escrita, producida y dirigida por él, en la que Prince volvía a ser The Kid, ahora dueño de un club, quien lucha por conservarlo a través de una apuesta con su eterno rival, fue concebida firmemente dentro de su compañía Paisley Park, con el músico a cargo de la dirección y el guión. Prince quería para interpretar a su musa Aura a Madonna (le dijo que no, aparentemente porque el guión era «una basura»), después a su entonces pareja Kim Basinger (de quien se separó antes de comenzar el rodaje) pero finalmente fue Ingrid Chavez quien interpretó el papel.