El gran documentalista Marcel Ophüls ha muerto este 24 de mayo a los 97 años en Francia. Hijo de Max Ophüls, uno de los cineastas alemanes más importantes de todos los tiempos, y la actriz Hilde Wall, fue diretor del gran documental bélico «La tristeza y la piedad» (1969) o «Hotel Terminus: The Life and Times of Klaus Barbie» (1988), que logró el Oscar al mejor documental.
Nacido en Frankfurt en 1927, a los seis años Ophüls abandonó Alemania junto a sus padres huyendo del régimen del nazi. Se instalaron en París, pero tuvieron que huir tras la invasión de Francia; tras cruzar los Pirineos, desde España partieron a EE UU. En Hollywood, su padre pasaría a convertirse en uno de los mayores genios de la historia del cine con clásicos como «Carta de una desconocida» (1948) o «La ronda» (1950). El joven Marcel no comenzó a desarrollar un interés profesional en el cine hasta que regresaron a Francia en la década de los cincuenta. Allí, comenzó a trabajar como ayudante de dirección para Julien Duvivier, Anatole Litvak, John Huston o para la última obra maestra de su padre, «Lola Montes «(1955).
Tras rodar algún corto y piezas para televisión, Marcel Ophüls, debutó en la gran pantalla con un segmento en la película de episodios «El amor a los veinte años» (1962), que también tenía segmentos de Shintarô Ishihara, Renzo Rossellini, François Truffaut y Andrzej Wajda. En los años siguientes estrenó sus primeros largometrajes: una comedia con Jean-Paul Belmondo y Jeanne Moreau titulada «La estafadora» (1963) y un thriller negro con Eddie Constantine, «Hagan juego, señoras» (1965).
Aunque parecía que la carrera de Ophüls tiraría por la ficción, fue el documental lo que le haría pasar a la posteridad. «Múnich o la paz para cien años» (1967) fue la primera obra en la que mostró su estilo documental basado en largas entrevistas que dejan expresarse a los sujetos, presentando de forma sobria y objetiva sus contradicciones e intentos de persuasión, y con la que sentó las bases de su obra capital.
La monumental «La tristeza y la piedad» (1969), una de sus obras más famosas, es una película de más de 4 horas de duración en la que se vuelve sobre la resistencia francesa a la ocupación nazi, pero que a través de sus entrevistas ofrece una visión muy distinta a la versión oficial e identifican factores antisemitas y xenófobos que llevaron al colaboracionismo. Ophüls continuó incomodando con la visión directa que aplicaba sobre terrenos conflictivos y algunos de los asuntos más incendiarios de la Europa del siglo XX. En «A Sense of Loss» (1973) fue a Irlanda del Norte y entrevistó a protestantes, católicos, soldados, políticos y miembros de todas las facciones en el punto álgido del conflicto. Su siguiente película, «La memoria de la justicia» (1976) tuvo que ser estrenada de forma clandestina por la comparación que ejercía entre las tácticas nazis y la intervención de EE UU en la guerra de Vietnam.
El cineasta volvió a tratar el tema nazi en su siguiente película. «Hotel Terminus: The Life and Times of Klaus Barbie» (1988) se centró en la figura del criminal de guerra nazi Klaus Barbie, alto oficial de las SS y de la Gestapo conocido como «El carnicero de Lyon». En 1983 había sido arrestado en Bolivia y deportado a Francia, donde fue juzgado y condenado a cadena perpetua en 1987. «Hotel Terminus» logró el premio Oscar de 1989 al mejor documental.
Cronista decidido de la historia europea mientras estaba teniendo lugar, en «Días de noviembre» (1992) recorría las calles de Berlín hablando con diversas personalidades de Europa del Este tras la caída del Muro; y en «Veillées d’armes» (1994), otra obra portentosa de despliegue monumental, recogió sus viajes a Sarajevo durante la guerra de Bosnia, entrevistando a periodistas y corresponsales de guerra.