Tuvo una amplia trayectoria en cine, teatro y televisión y trabajó con John Ford en dos películas

Ha fallecido a los 88 años por causas naturales la actriz Betsy Palmer. Su nombre permanecerá siempre ligado a una de las sagas de terror más longevas de la historia del cine. Betsy siempre será la señora Voorhees, la madre de Jason, el temible asesino que, ataviado con una icónica máscara de hockey, hizo la vida imposible a los jóvenes de Crystal Lake en «Viernes 13».

La actriz colaboró con cineastas e intérpretes en la década de los cincuenta y los sesenta del pasado siglo, de la talla de John Ford y Henry Fonda. Pero Palmer fue apartada paulatinamente, como otros tantos veteranos de la industria, de la de los focos. Su último papel en un largometraje, antes de que el director Sean S. Cunningham la convirtiera en la madre de Jason, tuvo lugar 21 años antes en «The Last Angry Man» (1959), de Daniel Mann. Consciente de que volver a los buenos tiempos era una misión harto difícil, Betsy aceptó el papel a regañadientes porque quería comprarse un coche nuevo. Despreciaba el guión y se sorprendió aún más cuando la película resultó ser todo un éxito. Tanto, que participó en la secuela que llegaba a las pantallas un año más tarde bajo la batuta de Steve Miner. Años después se reconcilió con su papel, quizá animada por el cariño que profesaban los fans de la saga. El pasado viernes 29 de mayo fallecía por causas naturales y en una residencia de Connecticut.

A lo largo de su carrera destacan otros títulos como «Escala en Hawai», junto a Henry Fonda y dirigida por John Ford en 1955. Con el cineasta volvió a trabajar en «Cuna de Héroes». También apareció en «La abeja reina» junto a Joan Crawford y Barry Sullivan. En 1957 volvió a trabajar junto Henry Fonda en «Cazador de forajidos». Su última película fue «Bell Witch: The Movie2, una cinta de terror estrenada en 2007.

La actriz también contó con una extensa carrera en Broadway y en televisión. En la pequeña pantalla fue habitual del programa de la CBS «I’ve Got a Secret». Además participó esporádicamente en varias series de televisión como «California», «Vacaciones en el mar», «Newhart», «¡Dame un respiro!», «T. J. Hooker» y «Se ha escrito un crimen».

En Broadway debutó en 1955 con «The Grand Prize» y participó en otras obras como «Cactus Flower», «Same Time», «Playhouse 90» y «Studio One».