EL DRAMATURGO BRITÁNICO, GANADOR DEL NOBEL EN 2005, FALLECIÓ EN NUCHEBUENA A LOS 78 AÑOS
El dramaturgo británico Harold Pinter, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2005, murió esta pasada Nochebuena a los 78 años a causa de un cáncer de laringe que padecía hace años.
Intelectual conocido por sus posiciones políticas, Harold Pinter escribió más de 30 obras de teatro. También se dedicó a la poesía y al cine, como productor de algunas películas. Muchas de sus obras fueran adaptadas a la pantalla grande.
Hijo de un modisto judío, nació el 10 de octubre de 1930 en Hackney, un barrio popular situado al este de Londres. Tras estudiar brevemente en una escuela de teatro, en 1957 se estrenó «The Room», a la que poco después siguió «The Dumb Waiter». Al año siguiente se estrenó «The Birthday Party». Su gran éxito llegó con «The Caretaker», en 1963. Le siguieron unas tres décadas en las que el autor irritó y entusiasmó a su público una y otra vez con obras perturbadoras.
La Academia Sueca le entregó el Nobel en 2005. Los médicos le recomendaron en aquel entonces que no viajara a Estocolmo, porque ya estaba gravemente enfermo, lo que no le impidió proseguir con su compromiso político. Una y otra vez atacaba con vehemencia la política en Irak del presidente estadounidense, George W. Bush, y del ex primer ministro británico Tony Blair, al que calificaba de «criminal de guerra». Además, Pinter protestó contra el bombardeo de Serbia por parte de la OTAN y defendió los derechos de los kurdos.
Hace ahora un año Pinter vendió a la British Library las 150 cajas que contenían sus cartas, manuscritos y borradores, además de copias de correos electrónicos, fotos y otros recuerdos, entre ellos las cartas del escritor irlandés Samuel Beckett, así como un divertido intercambio de correos con el poeta Philip Larkin. También figura un borrador de sus memorias de juventud, tituladas «The Queen Of All The Fairies” («La reina de todas las hadas”), que nunca fueron publicadas, así como intercambio de correspondencia con diversos colegas, como el dramaturgo estadounidense Arthur Miller, y los británicos John Osborne, Tom Stoppard y David Hare.