El cineasta Douglas Trumbull, responsable de los efectos especiales de varios clásicos del cine de ciencia ficción, como «Blade Runner», «2001: una odisea del espacio», «Encuentros en la tercera fase» o «El árbol de la vida», entre otros, y director de «Naves misteriosas» o «Proyecto Brainstorm», falleció ayer martes a los 79 años en Albany (Nueva York) como consecuencia de un cáncer, un tumor cerebral y un derrame cerebral.

Nacido en Los Ángeles, en 1942, Trumbull fue uno de los pioneros de los efectos especiales en el cine, además de director, productor y guionista. Estaba considerado como un genio absoluto y un mago por sus contribuciones a la industria del cine, que “perdurarán durante décadas. Trumbull decía que en sus películas intentaba que quienes acudían a una sala tuvieran una experiencia envolvente al ver la película.

Sin embargo, Trumbull había llegado al cine casi por casualidad, y eso que su padre, ingeniero, fue uno de los responsables de los efectos de «El mago de Oz» (1939). Sus ilustraciones para una película de la NASA que se exhibió en una pantalla de 360 grados en la Feria Internacional de Nueva York de 1964 llamaron la atención de Stanley Kubrick y Arthur C. Clarke, que preparaban la que llamaban “la primera película buena de ciencia ficción” de la historia, que sería «2001: una odisea del espacio».

En su estudio, Trumbull experimentaba con luces, agua e inventos tecnológicos, defendiendo la utilización de efectos materiales en vez de los hechos con un ordenador, incluso para efectos como el pasillo de colores del final de 2001. Trumbull lamentaba que las imágenes sintéticas estén cada vez más presentes. Él nunca se opuso a las innovaciones, defendiendo, por ejemplo, las posibilidades que ofrece la fotografía digital tanto para la filmación como para la proyección. Para Trumbull las técnicas tradicionales dan más organicidad a la imagen. Él creía que los efectos digitales hacían que la imagen del cine fuese cada vez más fría, que carezca de consistencia. El hecho de que sus propios efectos visuales hayan resistido el paso del tiempo, especialmente los de «2001: Una odisea del espacio», «Blade Runner» y «Encuentros en la tercera fase», pruebanla certeza de sus afirmaciones.

Trumbull también fue un director muy interesante, siempre dentro de la ciencia ficción, realizando «Naves misteriosas», en 1972 y «Proyecto Brainstorm», en 1983. En 2018 Gregory Wallet, un profesor e investigador de estudios cinematográficos en la Universidad de Rennes (Francia) dirigió «Trumbull Land», un documental en torno al cineasta: «Su carrera es atípica y apasionante. Era un técnico desconocido para el gran público porque casi siempre ha estado en la sombra, pero fue un verdadero mago del cine», explicó Wallet.