TENÍA 90 AÑOS y FUE EL GRAN RENOVADOR DE LA DANZA CONTEMPORÁNEA

El bailarín y coreógrafo Merce Cunninghan, nacido en Centralia, Washington, el 16 de abril de 1919, ha fallecido a los 90 años. Cunningham fue el gran renovador de la danza contemporánea. Durante los últimos meses estuvo postrado en una silla de ruedas.

Cunningham nació en Centralia, Washington, y recibió su primera formación formal en danza y teatro en la Cornish School (actualmente, la Cornish College of the Arts) en Seattle. Desde 1939 hasta 1945, fue solista en la compañía de Martha Graham. Presentó su primer concierto solista en Nueva York con John Cage en abril de 1944. La Merce Cunningham Dance Company se formó en el Black Mountain College en el verano de 1953. Desde esa época, Cunningham ha coreografiado cerca de 200 obras para su compañía. En 1973 coreografíó «Un jour ou deux» para el ballet de la Ópera de París, con música de Cage y decorados de Jasper Johns.
El interés de Cunningham en la tecnología contemporánea le llevó a trabajar con el programa para computadora «DanceForms», que ha usado para realizar todas sus danzas desde «Trackers» (1991). En 1997 empezó a trabajar en captura de movimientos con Paul Kaiser y Shelley Eshkar de Riverbed Media para desarrollar el decorado para BIPED, con música de Gavin Bryars, interpretada por vez primera en 1999 en el Zellerbach Hall, Universidad de California en Berkeley. Otra obra destacada, «Interscape», interpretada por vez primera en 2000, unió a Cunningham con su anterior colaborador Robert Rauschenberg, quien diseñó el decorado y los vestuarios de la danza, con música de Cage.
En octubre de 2005 Cunningham recibió el Praemium Imperiale en Tokio. En Francia, ha sido nombrado comandante de la Orden de las Artes y las Letras en 1982 y Caballero primero (1989) y luego oficial (2004) de la Legión de Honor. Hace apenas un mes, para desplazarse hasta el Dia Center for The Arts, en Beacon (Nueva York) con motivo del estreno de uno de sus célebres «Events» coincidiendo con la inauguración de la exposición que se le dedicaba en aquel museo al pintor español Antoni Tápies. Fue una de las últimas veces que se dejó ver en público.