Cantante y actriz, a diferencia de Marilyn Monroe, sus papeles siempre parecían ingenuos y virginales, sobre todo en su primera etapa

La actriz Doris Day ha muerto a los 97 años en su casa de Carmel Valley, en California. Así lo ha confirmado la Doris Day Animal Foundation, que en un comunicado reconocía que la también cantante «había gozado de una salud física excelente para su edad, hasta hace poco contrajo un caso grave de neumonía que produjo su muerte».

Decía al final de su vida Groucho Marx: «Soy tan viejo que recuerdo a Doris Day cuando aún no era virgen». Y es que la actriz, a pesar de sus cuatro matrimonios y de una buena serie de comedias sobre la guerra de sexos, en el Hollywood de los 50 y primeros 60 parecía apostar por personajes ingenuos y virginales, el ideal para las comedias familiares de entonces, a diferencia de la otra rubia de la época, con la que Doris Day competía (en la taquilla, no en todo lo demás), Marilyn Monroe, cuyas películas eran poco aconsejables para contemplar en familia con los niños.

Doris Day nació con el nombre de Doris Mary Ann Kappelhoff en Evanston, Ohio, el 3 de abril de 1924, siendo hija de inmigrantes de origen germano. Fue la menor de dos hijos, y fue llamada ‘Doris’ en honor a la actriz del cine mudo Doris Kenyon.
Pronto inició una precoz carrera como bailarina y cantante, llegando a vender millones de discos en todo el mundo. Ya desde pequeña Day empezó a bailar ganando un contrato que le permitió, con tan sólo doce años, viajar a Hollywood. Pero a los 16 años sufrió un accidente automovilístico que le impidió cumplir sus sueños de ser bailarina, por lo que se concentró en el canto y en la actuación. Comenzó su carrera profesional en 1939 formando parte de las llamadas ‘big bands’. En esa época acompañó a cantantes como Barney Rapp, Bob Crosby y Les Brown en las actuaciones que realizaban en vivo en teatros y clubes nocturnos. Sería el propio Barney Rapp quien le sugirió que cambiase su nombre por el de ‘Doris Day’, por la canción ‘Day after Day’ que era parte de su repertorio. A ella nunca le satisfizo su nombre artístico, porque decía que sonaba a nombre de stripper; A pesar de ello el nombre de Doris Day siempre estuvo asociado a una imagen de inocencia casi virginal.
Tras haber lanzado una docena de discos, y aparecer en pequeños papeles cinematográficos, alcanza el protagonismo en 1948 con la película musical ‘Romance on the High Seas’ (‘Romance en alta mar’), donde daba vida a Georgia Garrett; para conseguir dicho trabajo compitió con más de 100 actrices. La película fue dirigida por Michael Curtiz y Day compartió escenas con Jack Carson y Janis Paige. Inicia así su prolongada carrera cinematográfica que se divide en dos etapas bien diferenciadas. Hasta 1957 fue la principal estrella de las comedias musicales de la Warner Bros, con películas como ‘Young Man with a Horn’ (1950), ‘Doris Day en el Oeste’ (1953), película que ganó el Oscar a la mejor canción original por ‘Secret Love’ o ‘Quiéreme o déjame’ (1955), junto a James Cagney.
En 1957 protagoniza uno de los pocos personajes dramáticos de su trayectoria, ‘El hombre que sabía demasiado’, de Alfred Hitchcock, pasando a engrosar la lista de rubias de este director.

Hitchcock la eligió sobre todo porque necesitaba una actriz que cantase y que a la vez fuese una respetable madre de familia. En el filme cantaba la canción ‘Whatever Will Be (Que Sera, Sera)’, de importancia fundamental en la trama, que ganó el Oscar. Según contaba Jay Livingston (autor de la canción junto a Ray Evans), Day prefería otra canción de la película, ‘We’ll Love Again’, e intentó no grabar ‘Qué será, será’. Cuando los estudios le obligaron a interpretarla, cedió, pero después de grabar la escena comentó a un amigo de Livingston: «Es la última vez que oirás esta canción». Sin embargo, ‘Qué será, será’ se convirtió en la canción identificativa de Day, que volvió a utilizar en su película ‘No os comáis las margaritas’ y que fue la canción de cabecera de su show de televisión.

Con ‘El hombre que sabía demasiado’ inicia una segunda etapa en su trayectoria, marcada sobre todo por una serie de comedias costumbristas con una implacable guerra de sexos, muchas al lado de Rock Hudson, que se convierten en señas de identidad de una generación. Son los años de ‘Juego de pijamas’ (1957), ‘Mi marido se divierte’, de 1958, dirigida por Gene Kelly, que le supuso su primera nominación al Globo de Oro como mejor actriz de comedia o musical, y sobre todo de de ‘Confidencias a medianoche’ (1959), que le trajo su primera y única nominación al Oscar a la mejor actriz y una nueva candidatura al Globo de Oro como mejor actriz de comedia o musical. De esa época de enorme popularidad son también ‘La indómita y el millonario’ (1959), ‘Un pijama para dos’ (1962), ‘Suave como el visón’ (1962), junto a Cary Grant o ‘Su pequeña aventura’ (1963) con James Gardner.
Los escasos papeles dramáticos que ha interpretado (‘Storm Warning’, ‘Un grito en la niebla’ o la citada ‘El hombre que sabía demasiado’), han servido para demostrar que su capacidad no se ha limitado únicamente a papeles de los considerados ligeros. Pero por del paso del tiempo y por el cambio de gustos del público, Day se quedó estancada en el mismo tipo de películas y crítica y espectadores comenzaron a cansarse del cine que interpretaba.

Siguiendo los consejos de su tercer marido, Marty Melcher, interpretó ‘Capricho’ (1967) junto a Richard Harris, y que según la propia actriz es una de sus peores interpretaciones. También asesorada por su marido, Day rechazó el papel de la señora Robinson en ‘El graduado’, que iría a parar a manos de Anne Bancroft y que hubiese podido romper su imagen de feliz ama de casa siempre alejada de cualquier clase de morbo. A la muerte de su marido, Doris Day descubrió que éste había despilfarrado toda su fortuna, dejándola en la quiebra. Doris demandó al socio de Marty Melcher por posible estafa, ganándole la demanda y haciéndole pagar una cantidad de 20 millones de dólares. Además, también descubrió que su difunto marido había firmado un contrato para que la actriz realizara una serie de televisión.

Entre 1968 y 1973, protagonizó su propia sitcom, ‘El show de Doris Day’, que tenía como canción de cabecera el tema ‘Qué será, será’. Desde que terminó la serie, estuvo prácticamente retirada del mundo del espectáculo.

Tras publicar su autobiografía en 1975 donde explicaba que no fue feliz en ninguno de sus cuatro matrimonios («Mi vida ha sido el papel más difícil que me ha tocado interpretar», decía en el libro), se ha dedicado a la promoción de los derechos de los animales. Creó la ‘Liga Animal Doris Day’ para la protección de los animales en peligro, siendo actualmente una de las más influyentes activistas de ese movimiento. En 2011 la Asociación de Críticos de Los Angeles premió su trayectoria como actriz: «Fue el epítome de la ‘chica de al lado encantadora’. Tanto en sus habituales comedias ligeras como en vehículos más dramáticos, Doris Day fue la máxima estrella de Hollywood en los años 60 en deliciosas interpretaciones», dijo Simon Bent, presidente de la Asociación de Críticos.

La actriz y cantante ha fallecido a los 97 años en su casa de Carmel Valley, en California. Así lo ha confirmado la Doris Day Animal Foundation, que en un comunicado reconocía que la también cantante «había gozado de una salud física excelente para su edad, hasta hace poco contrajo un caso grave de neumonía que produjo su muerte»

Durante décadas, se especuló con el por qué no se le había entregado un Oscar honorífico, pero era conocida la aversión de la estrella a asistir a actos públicos y a pisar alfombras rojas. En sus últimos años vivió alejada de un cine que hace tiempo que ya no tenía papeles para ella.