Inmensamente popular sobre las tablas, tuvo también una brillante trayectoria en cine y televisión

Este 4 de julio ha fallecido el actor Arturo Fernández a los 90 años en el hospital madrileño donde estaba ingresado como consecuencia de los problemas derivados tras una operación de urgencia de estómago realizada en el pasado abril, mes hasta el que siguió trabajando sobre un escenario con la obra «Alta seducción», donde estaba considerado como una institución del teatro español. Sin embargo el actor también tuvo una brillante trayectoria en cine y televisión.

Arturo Fernández había nacido en Gijón el 21 de febrero de 1929. Perteneciente a una familia humilde, su padre huyó de España tras la Guerra Civil debido a su condición de anarquista. En 1950 se traslada de Asturias a Madrid sin intención de dedicarse profesionalmente a la interpretación y, como sustento provisional, comienza en el cine como figurante hasta interpretar papeles pequeños en películas de Rafael Gil («La señora de Fátima», «La guerra de Dios», «El beso de Judas»).

Su primer contacto con el escenario fue en el llamado Teatro de Cámara y Ensayo, dirigido por Modesto Higueras. Después se incorpora a la compañía teatral de Conchita Montes y más tarde a la de Rafael Rivelles. En el cine logra sus primeros papeles protagonistas a las órdenes de Julio Coll en «Distrito Quinto» (1957) y «Un vaso de whisky» (1958), participando hasta bien entrada la década de 1970 en decenas de películas como «La Casa de la Troya», «Rogelia», «Currito de la Cruz» y «Camino del Rocío», de Rafael Gil; «Bahía de Palma», de Juan Bosch; «La viudita naviera», de Luis Marquina; «Jandro», de Julio Coll; «Novios 68» y «No desearás la mujer de tu prójimo», de Pedro Lazaga; «Tocata y fuga de Lolita», de Antonio Drove, «Un lujo a su alcance», de Tito Fernández, y la comedia de gran éxito comercial «La tonta del bote» (1970), que lanza a la fama a Lina Morgan.

Construye un personaje a medida de galán a veces cínico y siempre conquistador, que continúa desempeñando en su actividad teatral, protagonizando, entre otras, las obras «La herencia» (1957), «Un hombre y una mujer» (1961), «Dulce pájaro de juventud» (1962), «La tercera palabra» (1966), «La playa vacía» (1970), «Homenaje» (1980), «La chica del asiento de atrás» (1983), «La segunda oportunidad» (1985), «Pato a la naranja» (1986), «Mejor en octubre» (1994), «Esmoquin» (2001), «Esmoquin 2» (2003), «La montaña rusa» (2008) y «Los hombres no mienten» (2012).

Aunque disminuye su presencia en la gran pantalla, aumenta su popularidad al protagonizar la película «Truhanes» (Miguel Hermoso, 1983), que diez años después da lugar a la serie de televisión homónima, trabajando en ambas con Francisco Rabal. También interviene en «El día que nací yo» (Pedro Olea, 1991), «Tiempos mejores» (Jorge Grau, 1994) y «Desde que amanece apetece» (Antonio del Real, 2006).

Como intérprete de personalidad definida y proverbial elegancia, muestra su mejor registro al tomar distancia de su propio personaje, representando con los años a un galán descarado de tintes cómicos y llegando casi a la autoparodia en la serie «La casa de los líos», que protagoniza junto a Lola Herrera entre 1996 y 2000. En mayo de 2007 interpreta a dos hermanos gemelos en otra serie de televisión, «Como el perro y el gato».

Recibe en 2003 y 2011 el premio Micrófono de Oro que entrega la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión y en 2012 recibe el Premio de Cultura​ de la Comunidad de Madrid en la categoría de Teatro.