El cine francés esrá de luto. Este domingo 18 de agosto ha muerto Alain Delon a los 88 años de edad en su residencia de Douchy, Delon deja tras de sí un legado de 122 películas, 88 de ellas como actor, dos como director y 32 como productor, en una carrera vinculada a directores trascendentales como Jean-Pierre Melville («El Círculo Rojo», «El silencio de un hombre»), Luchino Visconti («Rocco y sus hermanos», «El Gatopardo»), René Clément («A pleno sol») o Louis Malle, durante la que exprimió una esquiva figura de galán estoico y vulnerable.

En el apartado de galardones, desde su primera aparición en la gran pantalla en 1957, Delon ha sido acreedor de un César al Mejor Actor en 1985 por «Nuestra historia», de Bertrand Blier; el Oso de Honor en el festival de Berlín en 1995 y el premio del Festival Internacional de Cine de Berlín. En mayo de 2019 llegó su reconocimiento más destacado, con la recepción de la Palma de Oro de Honor en Cannes.

Alain Delon, durante muchos años el mayor sex symbol del cine drancés, nació en Sceaux, Altos del Sena, Francia, el 8 de noviembre de 1935. Icono del cine europeo. actor, productor desde 1964, año en que debutó como tal con el film «L’Insoumis» dirigido por Alain Cavalier, en los años 80 probó suerte también como director.

Tras una infancia difícil, y con 17 años se enrola en el Ejército como paracaidista y participa en la Guerra de Indochina, llegando a combatir en la batalla de Diên Biên Phu. Tras regresar de la guerra, trabaja como descargador en el Mercado Central de París.
Durante el Festival de Cannes de 1956, es descubierto por los hermanos y directores de cine Yves Allégret y Marc Allégret, debutando con Yves en el film «Quand la femme s’en mele», de 1957.

Su total consagración ocurre en 1960 con la película de René Clément «A pleno sol» («Plein soleil»), con Romy Schneider como protagonista femenina, con la que mantuvo un romance que llenó páginas de revistas del corazón durante años. Delon se convierte pronto en uno de los actores preferidos por el director italiano Luchino Visconti. Bajo su dirección protagoniza «Rocco y sus hermanos» y comparte cabecera de cartel con Burt Lancaster y Claudia Cardinale en «El gatopardo», a la par que también trabajará con otros directores como Michelangelo Antonioni.
Tras estas apariciones internacionales se centrará bastante en el cine francés, alcanzando una enorme popularidad en su país, gracias a películas como «El silencio de un hombre» («Le samurai») de (Jean-Pierre Melville), «Historias extraordinarias», de Louis Malle y «La piscina», de Jacques Deray.

Entre sus películas de los años 60 y 70, destacan también «Amores célebres» («Les amours célèbres»), de Michel Boisrond, «El eclipse» («L’eclisse»), de Michelangelo Antonioni; «Gran jugada en la Costa Azul» («Mélodie en sous-sol»), de Henri Verneuil, «El tulipán negro» («La tulipe noire»), de Christian-Jaque, «El Rolls-Royce amarillo» («The Yellow Rolls-Royce»), de Anthony Asquith; «Los felinos» («Les félins»), de René Clément, «El último homicidio» («Once a Thief»), de Ralph Nelson, «Texas» («Texas Across the River»), de Michael Gordon, «Mundo perdido» («Lost Command»), de Mark Robson, «¿Arde París?» («Paris brûle-t-il?»), de René Clément, «Diabólicamente tuyo» («Diaboliquement vôtre»), de Julien Duvivier, «El silencio de un hombre («Le samouraï»), de Jean-Pierre Melville, «El círculo rojo» («Le cercle rouge»), de Jean-Pierre Melville, «Sol rojo» («Soleil rouge»), de Terence Young, «La viuda Couderc» («La veuve Couderc»), de Pierre Granier-Deferre, «El asesinato de Trotsky» («The Assassination of Trotsky»), de Joseph Losey, «Crónica negra» («Un flic»), de Jean-Pierre Melville, «La primera noche de la quietud» («La prima notte di quiete»), de Valerio Zurlini, «Tratamiento de choque» («Traitement de choc»), de Alain Jessua, «Granjas ardientes» («Les granges brûlées»), de Jean Chapot, «Dos hombres en la ciudad» («Deux hommes dans la ville»), de José Giovanni, «Creezy, mujer objeto» («La race des seigneurs»), de Pierre Granier-Deferre; «Los senos de hielo» («Les seins de glace»), de George Lautner, «Borsalino y Cía» («Borsalino & Co.»), de Jacques Deray, «Historia de un policía» («Flic Story»), de Jacques Deray, «El gitano» («Le gitan»), de José Giovanni, «El Zorro» («Zorro»), de Duccio Tessari, «El otro señor Klein» («Monsieur Klein»), de Joseph Losey, «La última esperanza» («Comme un boomerang»), de José Giovanni, «Los granujas» («Le Gang»), de Jacques Deray, «Muerte de un corrupto» («Mort d’un pourri»), de Georges Lautner o «Aeropuerto 80» («Concorde Airport 80»), de David Lowell Rich.

Reconvertido en productor, obtiene un enorme éxito con «Borsalino» de Jacques Deray, en la que aparecerá junto a la otra gran estrella del cine francés, «Jean-Paul Belmondo». En los años 80, Delon ampliará su abanico y dirigirá sus primeras películas, «Por la piel de un policía» y «Diamantes para un ladrón».

Su gran aspecto físico e ícono del atractivo masculino en su juventud le llevó a mantener numerosos romances. Al margen de su importante relación con Romy Schneider, con quien conservó una profunda amistad hasta el fallecimiento de ella, en 1982. mantuvo un romance y se casó en 1964 con la marroquí Nathalie Delon (Natalie Canovas) con la que tuvo un hijo llamado Anthony Delon. La pareja se divorció en 1969. Posteriormente convivió por años (1969-1984) con la actriz francesa Mireille Darc de la cual se separó más tarde. Tras varias relaciones intensas, aunque cortas. Vivió otro romance con la cantante alemana Nico quien reclama que su hijo Christian Aaron Boulogne tiene a Delon como padre. En 1987 conoce a la casi desconocida actriz holandesa Rosalie Van Bremen durante la filmación deVideoclip «Comme Au Cinema», con la cual tiene dos hijos: Anouchka y Alain-Fabien. La pareja se separó en 2001.

Sus ultimos trabajos fueron «No despertar al policía que duerme» («Ne réveillez pas un flic qui dort»), de José Pinheiro (1988), «El regreso de Casanova» («Le retour de Casanova»), de Édouard Niermans (1992), «Uno de dos» («Une chance sur deux»), de Patrice Leconte (1998), «Los actores» («Les acteurs»), de Bertrand Blier (2000) y «Astérix en los Juegos Olímpicos» (2008).

En 2022 había pedido que se le practicase la eutanasia, según informó su hijo, cosa que según parece no se le llegó a practicar y que aun está por ver si esto ha sido la causa de su muerte. El actor había sufrido en 2019 dos derrames cerebrales que le dejaron con cierta discapacidad como secuela. Después de trascender aquella noticia, Alain Delon quiso despedirse en una carta: «Me gustaría dar las gracias a todos los que me han acompañado a lo largo de los años y me han brindado un gran apoyo. Espero que los futuros actores puedan encontrar en mí un ejemplo no solo en el lugar de trabajo, sino en la vida cotidiana, entre victorias y derrotas. Gracias, Alain Delon»