Este 6 de junio falleció por causas naturales, en su casa de Beverly Hills, la actriz Noreen Nash, que contaba con 99 años, y llevaba varias décadas sin protagonizar una película. Su estrella había brillado especialmente entre los años 40 y 50, retirándose tras «Despiértame cuando haya acabado», dirigida por Mervyn LeRoy en 1960. Veinte años después Nash debutaría como novelista con By Love Fulfilled.
A lo largo de su carrera interpretativa, Nash alternó algunos papeles televisivos con producciones de serie B o de primera línea de Hollywood. Empezó con el nombre artístico de Noreen Roth, cambiándoselo luego a Nash, y pudo participar en series como «Abbott y Costello» o «The Charles Farrell Show», que sucedería a «I Love Lucy» en la parrilla de CBS a partir de 1956. Ya entonces Nash había podido ponerse a las órdenes de Jean Renoir en «El sureño», un drama de producción estadounidense centrado en los granjeros de Texas, que encabezaba Zachary Scott.
Nash protagonizó posteriormente «The Devil on Wheels» y colaboró con Budd Boetticher en «Sentencia de muerte». En los años 50 las producciones de bajo presupuesto se acumularon, destacando «El Llanero Solitario» y «La ciudad perdida de oro» de 1958. Pero también fue en esta década cuando Nash intervino en su película más conocida: «Gigante», la superproducción de George Stevens con Rock Hudson, Elizabeth Taylor y James Dean, en la cual Nash encarnaba a Lona Lane, una estrella de Hollywood que se cruzaba en el camino de los protagonistas.