La actriz griega Irene Papas ha fallecido este 14 de septiembre a la edad de 96 años. Su trayectoria se desarrolló tanto en cine como en teatro, recorriendo el mundo con numerosos montajes teatrales. Su fama internacional le llegó con títulos como «Zorba el griego» o «Las cañones de Navarone». Su oposición a la ditadura de «los coroneles» en su país le llevó a exilarseen francia, Italia o Nueva York. Sobre aquella época trabajó en «Z», de Costa Gavras (otro exiliadi», con un guion de Jorge Semprúm.

Nacida como Irene Lelekou, nació a las afueras de Corinto para asistir posteriormente a la Real Escuela de Arte Dramático de Atenas. Dio el salto al cine a finales de los 40, siendo descubierta por Elia Kazan y trabajando para Mario Monicelli en «Escándalo en Roma: Las infieles». Fue a mediados de los años 50, cuando encadenó en Italia «Teodora, emperatriz de Bizancio» y «Atila: Hombre o demonio» (donde trabajó por primera vez con Anthony Quinn), obtuvo la atención de Hollywod, y en 1956 tuvo un papel protagonista en el western de Robert Wise «La ley de la horca». En los 60 participó en la adaptación de varias obras griegas clásicas en su país, como «Antígona» o «Electra». Pronto fue conocida como la gran dama del cine y el teatro griego.

En 1961 formó parte del nutrido reparto de «Los cañones de Navarone» (también con presencia de Quinn), centrada en un episodio de la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente trabajaría para la Disney en «La bahía de las esmeraldas» y coprotagonizaría con Quinn la prestigiosa «Zorba el griego». Dentro de Hollywood su carrera proseguiría en 1968 con «Mafia», de Martin Ritt, y un año después formó parte de la aclamada «Z», de Costa-Gavras. En los años siguientes inició una carrera como cantante, a partir de firmar con la RCA Songs of Theodorakis, y a partir de entonces alternaría con ambas facetas.

A lo largo de los 70 trabajó en Libia, Marruecos o México, volviendo puntualmente a Italia y también haciendo esporádicamente alguna aparición en el seno de Hollywood, como en «Cuando llega la noche» de John Landis. Participó en la adaptación italiana de «Crónica de una muerte anunciada», y en 1996 protagonizó «Party», a las órdenes de Manoel de Oliveira, a la que le siguió «Inquietud». Antes de concluir la década recaló en España para formar parte del elenco de «Yerma», adaptando a Federico García Lorca.

Finalmente compartiría cartel con Nicolas Cage y Penélope Cruz en «La mandolina del capitán Corelli», y antes de retirarse colaboraría una vez más con Oliveira, en «Una película hablada». En 2018 anunció que llevaba cinco años sufriendo Alzheimer.