Este domingo 16 de febrero ha fallecido en su casa de París la actriz francesa Geneviève Page, según su nieta Zoé Guillemaud le ha revelado a los medios. Tenía 97 años y su carrera se había expandido durante cerca de cinco décadas, habiéndose retirado del cine en los 2000 tras contar con un papel secundario en «Lovers». Page, nacida asimismo en París, trabajó a lo largo de su trayectoria con cineastas de la talla de Luis Buñuel, Billy Wilder, John Frankenheimer o Robert Altman, debutando a principios de los 50.

Lo hizo con un pequeño papel en «Fanfan el invencible», junto a Gerard Phillipe y Gina Lollobrigida. Más tarde en 1956 también se dejó caer por la adaptación de «Miguel Strogoff» de Julio Verne, y ya en la década siguiente podía alternar con estrellas como Dirk Bogarde y Capucine en una producción de Hollywood como «Sueño de amor», que empezó dirigiendo Chales Vidor pero tras su muerte hubo de ponerse al mando George Cukor.

Page fue también la princesa Jimena en «El Cid», película que dirigió Anthony Mann a partir del legendario soldado, y protagonizaron Charlton Heston y Sophia Loren en los papeles principales. En 1963 intervino en «El día y la hora» de René Clement, junto a otra gran estrella francesa como Simone Signoret, y llegado 1964 alternó «Una mujer espera», de Delmer Daves con «Tres habitaciones en Manhattan» de Marcel Carné. Dos años después la veíamos en «Grand Prix» de John Frankenheimer y en «Simpático sinvergüenza», junto a Jean-Paul Belmondo.

Quizá fue en 1967 cuando tuvo su papel más conocido, fichada por Luis Buñuel para ser Madame Anais en «Bella de día». Madame Anais regentaba el burdel al que acudía Catherine Deneuve a trabajar, compartiendo un beso con ella en una recordada escena que allanaría el camino para que «Bella de día» ganara el León de Oro en el Festival de Venecia.

En 1970 obtuvo otro papel secundario en «La vida privada de Sherlock Holmes», de Billy Wilder, como la clienta belga que le pedía al detective que encontrara a su marido. Siguió desde entonces con pequeños papeles en producciones europeas, dejándose caer en 1986 en «Tres en el diván» de Robert Altman.