Monte Hellman, uno de los más destacados directores independientes estadounidenses de los años 70 y 80, inspirador de cineastas como Quentin Tarantino (fue productor ejecutivo de «Reservoir Dogs»), ha fallecido este pasado 20 de abril en Palm Desert, California a los 91 años.

Nacido en Nueva York, 12 de julio de 1929, inició su carrera como aprendiz de edición en la ABC TV e hizo su debut en la dirección de cine con la película de terror «La bestia de la cueva maldita» (1959), producida por Roger Corman. Hellman rodó junto a un joven Jack Nicholson «Viaje a la ira» y «Escapatoria al infierno», ambas en 1964. Poco después el cineasta le pidió a Corman que le diera dinero para rodar un western, y este le entregó 150.000 dólares que deberían servir para gestar dos a la vez. Hellman rodó pues de forma simultánea, y junto al mismo Nicholson, «Forajidos salvajes» y «El tiroteo», estrenadas en 1965 y 1966. Para esta última llamó por primera vez a quien se convertiría en otro actor recurrente (“mi álter ego”, llegó a decir), Warren Oates.

Pero la película que le consagró en todo el mundo fue «Carretera asfaltada en dos direcciones» (1971), protagonizada por James Taylor y Dennis Wilson. Sus últimas direcciones incluyen la película de terror de 1989 «Silent Night, Deadly Night 3: Better Watch Out!» y el thriller independiente «Road to Nowhere» (2010) que le produjo su hija.

Considerado en su momento por Cahiers du Cinéma como el cineasta más talentoso de su generación (vinculado a nombres como Michelangelo Antonioni y Samuel Fuller), Hellman nunca conoció un gran éxito en taquilla, tratando de sacar adelante hasta 50 largometrajes que no vieron la luz. Desgraciadamente solo dirigió 15 películas.