Pionero del cine de terror español con «Ceremonia sangrienta», fue el director de la supertaquillera «La trastienda» y de crónicas sociales como «Noche de verano», «El espontáneo» y «Chicas de club»

Películas experimentales o vanguardistas, comedias, terror, clásicos de la literatura catalana, historias muy personales sobre las relaciones amorosas en una sociedad represora, el musical, el documental, el cine comprometido socialmente, el fantástico… Géneros que abordó Jordi Grau, cineasta que ha fallecido este miércoles 26 de diciembre en su domicilio madrileño, a los 88 años de edad.

Figura clave del cine fantástico en nuestro país, «Ceremonia sangrienta» y «No profanar el sueño de los muertos» son consideradas clásicos y precursoras del género en nuestro país. Grau estableció su primer contacto con el cine como ayudante de dirección, y entre 1963 y 1970 rodó varias películas que plasman la España de esa década tan crucial para el cambio de nuestro país –»Noche de verano», con Francisco Rabal; «El espontáneo»; el drama «Acteón»; «Una historia de amor»; «Historia de una chica sola» y «Chicas de club»-. Autor del musical «Tuset Street «, con guión de Grau y Rafael Azcona y protagonizado por Sara Montiel, el cineasta se adentró en el cine de terror y fue el primer director que se enfrento a la censura con el desnudo de María José Cantudo en «La trastienda».

Su versatilidad queda patente en «La siesta», «Coto de caza», «El extaneger-oh! de la calle Cruz del Sur» y «Tiempos mejores», el último largometraje del director y guionista catalán, íntimo amigo de Federico Fellini, que tituló sus memorias como «Confidencias de un director de cine descatalogado».