El director mexicano, que ha recibido el Premio Málaga- SUR, ha desgranado en una multitudinaria masterclass en el Palacio de Ferias y Congresos su visión del proceso de creación cinematográfica

El director mexicano Guillermo del Toro ha protagonizado en la tarde de este sábado 14 de abril una multitudinaria masterclass en el marco del 21 Festival de Málaga. El acto, que ha levantado un gran interés entre el público malagueño, ha servido de antesala a la gala en la que el cineasta ha recibido el Premio Málaga- SUR de esta edición del certamen.

«Si temes al ridículo, nunca podrás reconocer lo sublime. Si temes al fracaso, nunca podrás reconocer el éxito”, ha señalado el cineasta, que se ha metido en el bolsillo al numeroso público que ha abarrotado el auditorio con su reivindicación del cine fantástico y las historias arriesgadas y personales.

Ha sido más de una hora y media de conferencia en la que Del Toro ha ido desgranando muchas de las claves de su manera de entender el cine, desde sus directores de referencia a su proceso creativo. El coloquio ha estado presentado por el director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar y por el guionista, productor y director Antonio Trashorras, autor del libro «Del Toro por del Toro» (Ed. Luces del Gálibo) y coguionista de «El espinazo del diablo», primer largometraje dirigido por Del Toro en España. Este acto ha servido como carta de presentación de este volumen que recopila el pensamiento del autor partiendo de diversas charlas mantenidas con el cineasta a lo largo de los años, así como de conferencias, clases magistrales y entrevistas tanto publicadas como inéditas.

«La mayoría de lo que nos evoca el cine no lo podemos expresar con palabras”, ha destacado Del Toro en el inicio de la charla, en la que ha destacado la fuerza de las imágenes para transmitir como el auténtico saber hacer de un director de cine. Del Toro ha mencionado en la charla a sus principales referentes creativos como Stanley Kubrick, Luis Buñuel, David Cronenberg, Michael Mann, Steven Spielberg, David Lynch, Francis Ford Coppola o Martin Scorsese, entre otros.

El director, que se ha referido en varias ocasiones al trabajo de realización como un «ballet entre los actores y la cámara”, ha reivindicado la importancia de la construcción de los personajes, desvelando que siempre realiza biografías completas de las vidas de todos los integrantes de sus historias para darles el trasfondo que permita tomar las decisiones de vestuario y de iluminación que marcarán la puesta en escena. «Nada es gratuito en las decisiones formales”, ha destacado el cineasta, que ha considerado que «lo más triste del mundo es un director de cine domesticado”. Del Toro ha revelado su predilección por las historias complejas, «contando varios mundos en una misma historia”.

Guillermo del Toro también se ha referido al hecho de que «La forma del agua» haya contado prácticamente con el mismo presupuesto que «El laberinto del fauno», realizada una década atrás, y ha considerado que «mucho de un presupuesto es un estado mental”. Del Toro ha considerado que es en los límites donde se puede encontrar la libertad creativa y ha criticado las campañas de marketing que acaban desvirtuando el contenido de las películas.

«El verdadero director es el que puede orquestar un accidente en el rodaje, que pueda pensar que es mejor que lo que tenía previsto”, ha elaborado Del Toro, para quien «el accidente siempre está ahí para ser identificado como oportunidad”. El realizador ha contado diversas anécdotas de errores ocurridos durante sus rodajes en los que acabó encontrando el tono que quería transmitir.

El cineasta mexicano también se ha referido al proceso de creación de los monstruos y las criaturas que pueblan sus películas, desvelando que le interesa que provoquen un «interés estético”. Del Toro ha criticado las historias de amor en las que la relación surge del cambio de los personajes, como «La bella y la bestia» y ha desvelado que prefiere que el amor surja de la aceptación de la esencia del otro, como ocurre en su más reciente creación, la oscarizada «La forma del agua».

El director también ha desvelado, en tono jocoso, que nunca realizará publicidad. «Cuando me preguntan cómo vendería algo y respondo que pondría a dos fetos bailando se acaba la conversación. Lo que he aprendido es que los fetos no venden refrescos”, ha señalado el director ante la complicidad del público. Guillermo del Toro ha concluido la masterclass con un sonoro «¡Qué viva Málaga, cabrones!” entre los aplausos del público.