Los dos actores estudian si aceptar la oferta para convertirse en John Drewe y John Myatt, dos mítucos falsificadores de los años 90.
El norteamericano George George Clooney y el británico Clive Owen, podrían dar vida a John Drewe y John Myatt, considerados los mejores falsificadores de cuadros del siglo XX, que durante una década engañaron a críticos, galeristas y coleccionustas de arte. La película, aún sin título se rodará en los próximos meses.
George Clooney y el británico Clive Owen, podrían dar vida a John Drewe y John Myatt, considerados los mejores falsificadores de cuadros del siglo XX, capaces de engañar durante más de 7 años a los mejores expertos en arte así como a decenas de coleccionista, y ganar casi cuatro millones de dólares. Ambos fueron finalmente descubiertos y detenidos en 1998 y ahora purgan su pena en una prisión británica.
Ian Clement et Dick La Frenais han escrito un guión aún sin título concreto ni director, basado en este caso real que llenó de sonrojo al mundillo cultural inglés y de sorpresa a la opinión pública del país. Lsa historia comienza a finales de los años 80, cuando Drewe estableció contacto con quien se consideraría luego su cómplice. Vio un anuncio que ofrecía «falsificaciones genuinas. Obras de los siglos XIX y XX desde 150 libras». El anuncio lo ha puesto John Myatt, un pintor sin suerte pero con gran habilidad para imitar estilos ajenos. Drewe se convirtió en su principal cliente. Fue tal el número de cuadros que el estafador le pedía que se vio obligado a abandonar el oleo porque tardaba demasiado en secarse. Drewe «mejoraba» los cuadros resultantes envejeciéndolos con polvo o tierra. También oxidaba con sal los clavos de los marcos. Pero en el aspecto en que mejor se mueve Drewe son las relaciones públicas. Así pudo colarse en no pocas instituciones. En el Instituto de Arte Contemporáneo de Londres llegaron a darle un juego de llaves de los archivos para que pudiera realizar un supuesto trabajo de investigación. A veces se valía de donaciones en metálico o de algunos de esos «verdaderos cuadros falsos» para granjearse la confianza de sus víctimas. Su objetivo era tener un discreto acceso a los archivos de las instituciones, para así poder colar documentos ficticios que probaban la autenticidad de obras de artistas que jamás habían existido. De esta forma, cuando los expertos propios o ajenos acudían para certificar cuadros que Drewe ponía en el mercado a través de intermediarios, encontraban lo que al delincuente le interesaba. Según se ha publicado en Los Ángeles, aunque ni Clooney ni Clive Owen han acepado todavía la oferta, la estudian con atención