El actor, que mantiene su residencia en Melbourne, se ha erigido en mentor, maestro y mecenas de jóvenes artistas

Es el mayor honor que se le puede conceder a un ciudano/a de las antípodas. Y este año ha sido para el soberbio actor Geoffrey Rush. Fue galardonado Australiano del Año a toda una vida y carrera en cine y televisión por su dedicación a las bellas artes australianas. Rush fue el primer australiano de la historia en hacerse con un Oscar. Lo logró por interpretar a un personaje real, el pianista David Helfgott en «Shine». En sus vitrinas, también, un Tony, un Emmy, así como varios BAFTAS y Globos de Oro.

Rush mantiene su residencia en Melbourne, se ha erigido en mentor, maestro y mecenas de jóvenes artistas. En la ceremonia, que ha tenido lugar en la ciudad de Canberra, ha manifestado: «Es una verdadera esperanza el hecho de que haya jóvenes artistas de este país al que seguirles la pista con orgullo». También ha tenido palabras de homenaje para todos aquellos que trabajan en todos los sectores artísticos del continente, que todavía pertenece al Imperio Británico.

La primera ministra Julia Gilliard le ha entregado al actor el trofeo. Es también protector del Melbourne International Film Festival y ha interpretado en los escenarios teatrales, la pequeña pantalla y en las grandes. «Shine» fue el trabajo que le consagró mundialmente y desde entonces le hemos visto en innumerables películas como «Elizabeth», junto a su compatriota Cate Blanchett, en «Shakespeare enamorado» o como el pirata Barbarroja de las hasta ahora cuatro películas corsarias de «Piratas del Caribe». El pasado año fue un momento triunfal cuando interpretó sólidamente a Lionel Logue, el especialista en lenguaje de «El discurso del rey», por el que ganó un BAFTA y fue nominado de nuevo al eunuco dorado.