El grupo catalán devuelve a María Lejárraga la autoría del libreto para la partitura más universal de Falla

La Sala Roja de los Teatros del Canal de Madrid ha estrenado el espectacular montaje de «El amor brujo», de Manuel de Falla a cargo del grupo catalán La Fura dels Baus, que devuelve a María Lejárraga la autoría del libreto para la partitura más universal de Falla. Una fiesta de los sentidos para dejarse llevar por la imaginación, la magia y la transgresión.

«El fuego y el agua son los elementos primordiales para la vida», asegura Carlus Padrissa, fundador y director de La Fura dels Baus que ha recurrido a ambos para su versión de «El Amor brujo», un alegato contra el maltrato que «rompe tópicos». Dos mil litros de agua y rugientes llamaradas inundarán la Sala Roja de los Teatros de Canal en cinco únicas funciones. Es un montaje que devuelve la autoría del libreto a María de la O Lejárraga y que celebra el centenario de la universal pieza de Manuel de Falla. «La Fura entró en la ópera gracias a Falla, que es nuestro autor fetiche» destaca Padrissa agradecido al genial músico granadino, de quien ya abordaron su «Atlántida» por encargo de Josep Pons.

«El fuego y la palabra» es el subtítulo de esta versión de la obra «más universal, brillante y arrebatadora de Falla» según Padrissa. Es el responsable de una propuesta «mágica y con la fuerza de un best-seller» en la que «la fuerza física de los movimientos corporales y el poder evocador de los olores» se suman al agua y al fuego. El protagonismo vocal es para la cantaora sevillana Esperanza Fernández, que lleva casi un cuarto de siglo mostrando al mundo el talento de este pasional drama gitano que aborda la historia de una mujer maltratada. «Esta pieza nos enseña que la educación es el mejor arma para luchar contra el maltrato» asegura Padrissa reivindicando su plena actualidad.

Se trata d la primera vez en todo un siglo en que María de la O Lejárraga, maestra de escuela y esposa de Geregorio Martínez Sierra, figura como la autora del libreto. Es un acto de justicia y de necesaria reivindicación de una mujer que cedió todo el protagonismo al promotor del proyecto. «Ella prefirió no aparecer, mantenerse en segundo plano, quizá par evitar que los padres de sus alumnos se quejaban y la tildaran de «roja». Pero nosotros creemos que cien años de anonimato ya son bastantes y que para Martínez Sierra queda el mérito de ser el motor del proyecto», dijo Padrissa.

Lejárraga, la primera diputada por Granada en el año 1933, luchó por los derechos y educación de las mujeres «cuando estas eran menos que un cero a la izquierda», destaca Padrissa. Recuerda una de sus frases recurrentes para explicar el drama del «Amor brujo»: «gran parte de la impunidad masculina está en la ignorancia femenina».

La versión de la Fura dels Baus divide la obra en tres partes. Habla en su inicio del maltrato y «cómo hay una perdida total de la autoestima de Candela», la gitana que descubre la infidelidad de su amante. Muestra en la segunda «como la mujer es capaz de vencer ese miedo llegando a una cueva donde busca una bruja». Y en la tercera «como es capaz de recuperar su dignidad enfrentándose a su amante».

El rito liberador del Candela «es en nuestra versión un ritual contra la ignorancia, un acto de concienciación feminista, de la fuerza cultural de la palabra, con el que acaba atrayendo a su amante de nuevo», plantea el director.

Con coreografía del joven Pol Jiménez, Manuel Coves dirigirá a la Orquesta de la Comunidad de Madrid en un montaje que se amplia con fragmentos de otras composiciones de Falla como «Noches en los jardines de España», «El sombrero de tres picos» o «La vida breve». «Imaginamos qué pasó antes de que la mujer conozca a su maltratador y qué ocurrió cuando se casaron en la primera parte», apunta el director de una obra que mantiene «en plena vigencia su universalidad». «Si fuera una película de Hollywood o un libro, sería un best-seller» insiste Padrissa advirtiendo que sigue siendo una pieza «ligera y corta». La Fura del Baus la estrenó en el Festival de Granada, ha pasado por Perelada, Sao Paulo o Bolonia, y la llevarán a México y Argentina.

La Fura dels Baus actúan ante la legendarias imágenes captadas por otro granadino, José Val de Omar, quien en los años veinte retrató el embrujo de su ciudad y cuyas filmaciones han rescatado y cedido sus herederos. «Se compró una cámara y empezó a filmar en una cueva, girándose sobre sí mismo como si rodara a cámara lenta. Es un material único y fantástico, y es una suerte poder utilizarlo», concluye Padrissa.