La actriz ganó el Oscar en 1997 por su papel en «Fargo». Casada con Joel Coen, tiene un hijo llamado Pedro en honor de Pedro Almodóvar

Frances McDormand presidirá el jurado oficial de la próxima edición del Festival de Cine de San Sebastián, que se celebrará del 16 al 24 de septiembre. Como se sabe, el resto del jurado estará compuesto por el escritor, guionista y director mexicano Guillermo Arriaga, los cineastas Álex de la Iglesia y Bent Hamer, las actrices Bai Ling y Sophie Okonedo y la directora de fotografía Sophie Maintigneux.

La filmografía de McDormand cuenta con más de treinta títulos, desde que debutara en 1984 con «Sangre fácil», de los hermanos Coen. Esta casada con Joel Coen, uno de los dos hermanos más famosos del cine. Con ellos ha rodado otras tantas cintas, como «Arizona Baby» (1987), «Muerte entre las flores» (1990) y la más reciente «Quemar después de leer» (2008). Su papel más recordado se lo debe también a su marido: la policía embarazada de «Fargo» (1996), por la que consiguió un Oscar a la Mejor Actriz.
Nació el 23 de junio de 1957. Tras licenciarse en drama en la Universidad de Yale en 1982, Frances emprendió su carrera de la actriz de la mano del que sería su futuro marido, Joel Coen. La película, «Sangre fácil», marcaba igualmente el debut de éste en la dirección de largometrajes. En ella Frances interpretaba a una mujer acosada por unos criminales. Desde entonces la carrera de Frances ha combinado filmes de bajo presupuesto de corte social con otros más comerciales, en los que ha ofrecido al público una imagen cotidiana, «de vecina de al lado», de mujer inteligente y cariñosa que generalmente termina ganándose el respeto de su comunidad.
Frances estrenó en Broadway «Un tranvía llamado deseo», valiéndola una candidatura a los Tony (1988). Ese mismo año la actriz recibía su primera nominación a los Premios Óscar por «Arde Mississippi», en la que se metió en la piel de una mujer casada violentamente aporreada por los racistas locales.
En los años siguientes Frances participó en películas de culto como «Darkman» (Sam Raimi, 1990) y «Vidas crizadas» (Robert Altman, 1993). En «Agenda oculta» disfruto de mayor protagonismo al encarnar a una mujer cuyo mejor amigo ha sido asesinado por orden del Partido Conservador Británico a fin de lograr una victoria electoral. En 1994 su vida experimentó un cambio sustancial cuando, tras acabar la filmación de «Más allá de Rangún» (John Boorman), Joel y ella adoptaron a un niño paraguayo al que llamaron Pedro McDormand Coen (en honor a su gran amigo Pedro Almodóvar).
En 1996 Frances incrementó notablemente su popularidad por tres papeles distintos. El primero, una doctora que se dejaba engañar por un asesino llamado Aaron (Edward Norton), pertenecía a la película «Las dos caras de la verdad». El segundo, una mujer emocionalmente inestable desatendida notablemente por su marido en «Lone Star», que dirigió John Sayles. El tercero, la Margue Gundarson de Fargo, le supondría el reconomiento a su carrera. Efectivamente la pueblerina y aparentemenete cándida Margue, embarazadísima, resolvía un cruel caso de secuestro que le permitía reflexionar sobre el sin sentido de la violencia. La lucidez del personaje, unida a su sencillez, encandiló primero a la prensa extranjera de Hollywood -que la propuso para un Globo de Oro-, a los votantes del Independent Spirit Awards y al Sindicato de Actores que la designaron mejor actriz del año y finalmente a los miembros de la Academia de Cine de Hollywood que la recompensaron con el Óscar a la mejor actriz. Antes su marido Joel Coen había recogido la estatuilla al mejor guion original, declarando que la película no se hubiese podido hacer sin ella.
A raíz de ese reconocimiento, Frances pudo realizar proyectos que desde hace tiempo deseaba llevar a buen puerto. En el primero, «Camino al paraíso», incorporó a una prisionera de un campo de concentración japonés que fingía ser licenciada en medicina para garantizar su supervivencia, mientras sus amigas formaban un coro para sobrellevar la traumática experiencia. En el segundo, «Madelaine», Frances se puso los hábitos para encarnar a una monja que cuidaba de unas niñas huérfanos a la vez que luchaba para que no se cerrase su iglesia.
El año 2000 trajo dos proyectos que la volvieron a poner en la órbita de los Óscar. En el primero, «Jóvenes prodigiosos», interpretó a Sara, la mujer del rector de una facultad, que se quedaba embarazada de su amante, un profesor de literatura. En la película Frances proyectó la imagen de mujer madura, sensible y racional, comprensiva y decidida. En las antípodas de la Elaine de «Casi famosos», una hippy separada cuyo hijo acompaña a un grupo musical durante una gira durante la cual Elaine no deja de pensar en su pequeño, lejos del hogar. Esta madre castrante, pero afectiva, dotada de buen corazón, fue la que finalmente la condujo hacia su tercera candidatura a los Óscar.
En 2005 obtuvo su cuarta candidatura a los Óscar por «En tierra de hombres», al interpretar a Glory, una mujer trabajadora, activa en el sindicato, y que se hacía respetar entre sus compañeros machistas que acosaban a su mejor amiga.