La actriz malagueña ha recibido la Biznaga Ciudad del Paraíso del Festival de Cine de Málaga como homenaje a su amplia carrera

El 20 Festival de Málaga ha entregado este martes 21 de marzo la Biznaga Ciudad del Paraíso a Fiorella Faltoyano en reconocimiento a su trayectoria, que la llevó a debutar en el cine hace 40 años. La entrega de este reconocimiento ha tenido lugar en el Teatro Cervantes y en el marco de una gala presentada por el crítico y realizador de cine Fernando Méndez-Leite.

El acto también ha contado con la presencia sobre el escenario de sus amigos y compañeros de profesión Ángeles González-Sinde, Raúl Sénder, Óscar Romero, José Luis García Sánchez y, finalmente, Cristina Higueras, quien le ha hecho entrega del galardón.

Faltoyano ha comenzado su intervención diciendo que los premios le parecen «una exageración”, y ha explicado alguno de las muchas ventajas de su oficio: «Es vocacional y divertido, aunque tengas que estudiar como si quisieras ser becario. Se conoce gente y puedes vivir muchas vidas: ser madre superiora o mujer adúltera, y que la gente te conozca por la calle y sea amable contigo”. La actriz, que se considera en la «prórroga” de su carrera, ha concluido asegurando que el Festival de Málaga le ha hecho cambiar su opinión sobre los premios y que «haber resistido tanto tiempo bien puede merecer una Biznaga”.

En el encuentro que se ha celebrado unas horas antes con los medios de comunicación, el director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar, se ha referido a esta Biznaga Ciudad del Paraíso como «uno de los premios más justos que podíamos dar”. Faltoyano, muy agradecida por el galardón, ha admitido también su nerviosismo tras recibir la noticia: «Llevo sin pegar ojo tres meses”, ha dicho sin quitarse la sonrisa del rostro.

La actriz malagueña ha repasado una carrera en la que considera que obtuvo el reconocimiento tarde, como explica en sus memorias editadas en 2014. «Me ha quedado mucho por hacer profesionalmente en el cine, y muchos directores con los que me hubiera gustado trabajar”, ha expresado para explicar el título de esa autobiografía, Aprobé en septiembre, un claro guiño a la película que más fama le procuró, para bien o para mal.

Para mal, porque «Asignatura pendiente» (1976) y otras dos películas de José Luis Garci le supusieron un cierto encasillamiento. «Creo que muchos directores me asociaban a su estilo de cine y eso hizo que no me llamaran para otros papeles”, ha dicho Faltoyano. No obstante, ella prefiere pensar en la «suerte” que tuvo de protagonizar una película –junto a otras 40, eso sí– por la que «aún hoy es recordada por tanta gente”.

Sobre el estado del séptimo arte en la actualidad, como en todas sus declaraciones, se ha expresado de la forma más sincera: «Veo un cine que me gusta, pero no sé qué papel podría tener yo en él”. También se ha mostrado crítica al sostener que «algunos directores actuales están en el adanismo, no se interesan por cineastas anteriores fundamentales en la historia de nuestro cine”. Ha valorado de forma positiva, eso sí, el nuevo rumbo del certamen, «una vía para la integración con el cine latinoamericano, al que hemos estado dando la espalda durante muchos años”. Málaga, en el día de su homenaje, no se la ha dado a Fiorella Faltoyano.