Ha llegado a su término la XIV Edición del Festival de Teatro, dejando un buen balance y cumpliendo las expectativas previstas en todas las áreas, desde las obras llamadas «imperdibles», las del país invitado de honor, Brasil, el teatro Clásico, el teatro Infantil, la danza y el VIA: la Ventana Internacional de las Artes Escénicas.

Las estadísticas suministrados por la organización son muy positivas y un gran aliciente para la edición del 2015, cuando se cumplirán quince años del Festival: Han participado 3.650 artistas, 1.500 en desfile, 500 nacionales de teatro de calle, 768 nacionales en sala y 890 extranjeros; Se contó con más de un millón de personas que contemplaron el desfile inaugural y los eventos de calle y 340.000 personas en las salas. Al VIA o encuentro o mercado del teatro internacional, asistieron 76 programadores nacionales e internacionales; 21 países representados y 80 grupos participantes.

En conversación con Iván Zuluaga, guionista, libretista, y director de cine, y quien ha asistido a todo los festivales explica lo que ha supuesto esta XIV edición. En primer lugar destaca el éxito y, en referencia al teatro presentado en Bogotá señala: «Existe la tendencia a hacer de lado el texto dramático, para concentrarse en los efectos y en la exploración visual, lo que muchas veces banaliza los personajes y narraciones… Esto hace que se añore cierta teatralidad que tanto sacude, enseña y se queda con uno… A lo mejor, no tienen más que decir. En general, los montajes con esa tendencia de hoy, complacen pero no emocionan”.

Zuluaga ha señalado sus títulos favoritos, en este orden: «Ubu y la comisión de la verdad», con grandes actores, mucha creatividad y un puñetazo de realidad.(grupo Fortebraccio, Italia); «Woyzeck», espectáculo bien concebido y dirigido, escenografía contundente y esencial, textos memorables, música impactante, actores y cantantes de gran fuerza y expresividad (Thalia Teatro, Alemania); «Gozangao», la maravilla de la auténtica música y alegría de un pueblo. (Grupo Sarau, Brasil); «La Tempestad», que impacta su puesta en escena moderna al servicio de la más pura dramaturgia Shkesperiana (Chekhov Festival Company, Rusia); Y «Murmullos», una pieza de gran encanto, poca tecnología, sutil y de grandísima creatividad (Victoria Chaplin, Francia); Por otro lado, visualmente me impactaron «Medea» (teatro Zagreb, Croacia) y «La dama del mar» (SESC-Bob Wilson, Brasil); «Cineastas» (grupo Marea, Argentina) logró una buena narración que conservó mi interés y el final redondo me dejó satisfecho. Y ver el telón de Salvador Dalí y el espectáculo en la obra «Verita», resultó agradable, (Finzi Pasca, Suiza)”.

De Colombia ha destacado la puesta en escena de «Resiliencia en la tierra”, obra producida por la Orquesta Filarmónica de Bogotá, que en palabras del director Administrativo David García «es un trabajo en memoria a las víctimas de la violencia en Colombia, donde confluyen la investigación histórica, la música, el canto, el teatro, y el valor que representa en un país que busca la paz”; La obra, a través de nueve cartas, descubre las historias de hombres y mujeres que tras vivir circunstancia de extremo dolor, alcanzan la Resiliencia -capacidad de sobreponerse al dolor-, reanudando sus vidas a través de procesos de perdón, de arraigo a sus raíces o sencillamente del deseo de vivir. También destaca «Los Incontados”, una coproducción del FITB con Mapa Teatro, con texto de Antonio Orlando Rodríguez y dirección de Heidi y Rolf Abderhalden; esta obra forma parte de la trilogía de «Anatomía de la violencia en Colombia” y es un excelente trabajo académico, teatral y de investigación sobre la situación política y sobre como afecta a la sociedad Colombiana.

Por ultimo, las compañías españolas grupo kamikaze que presentó la obra «La Función por Hacer”; La Compañía Toom-Pak con la obra «Reciclart”; el Teatre Lliure de Barcelona que presentó «El Caballero de Olmedo”; Virpan Corp, que puso en escena la obra la «Kalabazza de Pippa”, coproducción entre México y España. En el apartado de danza han destacado la Compañía de ballet de Cecilia Gómez y la obra «Cupaima”, un homenaje a Chavela Vargas; Las compañías vascas Kukai Dantza con la obra «Gelajauziak” y el grupo Compañía Joan Maya con la obra «Sorbatza”, que mostraron las diferentes facetas, temáticas, experiencias y innovaciones, que han tenido una gran receptividad y acogida entre el público.