«Absolución de Juan Alfredo Amil», el largometraje de no ficción que cuyo rodaje acaba de finalizar en la localidad tinerfeña de Arona cuenta una historia personal real: la del propio cineasta Juan Alfredo Amil. El leit motiv de la cinta es un enfrentamiento con la muerte, a través de un documental de creación cuya narrativa y estética rinde en homenaje a uno de los referentes del imaginario del cineasta canario, la figura de Charles Bukowski.

«Lo que en un principio era una fábula sobre el miedo a la muerte, acabó convirtiéndose en el testimonio visual de cómo mi vida personal se derrumbaba a mi alrededor, sin que yo pudiera hacer nada por evitarlo… más que filmarlo», apunta el director.

Todo comienza cuando el cineasta Juan Alfredo Amil recibe la información de que una operación rutinaria podría poner en riesgo su vida debido a la obesidad mórbida que padece, sólo encuentra una manera de combatir su estado de pánico: rodar una película sobre ello. Conforme avanza la el proceso de realización de la película y profundiza indagando en su vida personal y en sus emociones, se da cuenta de que hay un villano en esta historia… Y ese villano es él mismo.

«Desde hacía años, había desarrollado un sobrepeso crónico que acabó mutando en lo que los médicos llaman Obesidad Mórbida, un síndrome alimenticio más peligroso que la adicción al tabaco, según múltiples estudios», dice Juan Alfredo Amil.

«Yo no me di cuenta de lo peligrosa que era esta condición física hasta que un médico me dijo que una simple operación de fístula podía terminar con mi vida.Tenía demasiada grasa en mi cuerpo para que pudieran realizar con garantías la anestesia menos arriesgada, la epidural. Así que podrían verse obligados a anestesiarme de forma general. Y, para un paciente en mi estado, las consecuencias de ese procedimiento podrían ser fatales: Disnea, Hipoxia Cerebral.. o incluso la muerte», prosigue el cineasta.

«Tras varias noches sin dormir, la única forma lógica que encontré de hacer frente a la avalancha de emociones que se me venía encima, fue hacer una película sobre ello. Crear este filme surgió entonces como una necesidad vital. Una vía de escape para huir de ese miedo que me ahogaba existencialmente. Me lancé a rodar sin red, sin saber exactamente lo que estaba haciendo, aunque estableciendo unos determinados preceptos que me ayudarían a captar mi realidad de forma espontánea, para luego darle forma en guion y en montaje. Pero, indagar en mis miedos, supuso también indagar en mi vida personal. La soledad opresiva de mi apartamento, la crisis con mi pareja, la distancia artificial que había creado con respecto a mi familia, mis trastornos psicológicos… Un viaje a las profundidades de mi ser, que acabó insuflando vida a viejos demonios personales, enterrados y ansiosos por salir a la luz», concluye Amil.

Nacido en Arona (Tenerife) en 1981, Juan Alfredo Amil es un cineasta multidisciplinar, especializado en cine documental y en contar historias de forma íntima y artesanal. Es uno de los cineastas pioneros de España en la realización de cortometrajes con teléfonos móviles, merced a las premiadas piezas «Soy Un Héroe» (2011, primer corto realizado con un Smartphone en formar parte de una de las secciones oficiales en el prestigioso Miradasdoc), «El Cazador. Un Mundo en Imágenes» (2013, premiada en Movilfest Budapest) y «Olvidada» (2016, premiada en Visionaria).

Amil obtuvo experiencia en el terreno del documental con dos piezas televisivas. La primera, «Héroes Modernos» (2015), premiada en festivales alrededor del mundo, y por la que el cineasta acabó siendo reconocido por “su contribución cultural al deporte” en los premios Tenerife Sur es Deporte. La segunda, «Amaro Pargo: Entre la leyenda y la historia» (2017), fue la primera pieza documental jamás realizada sobre el corsario más famoso de España, y fue estrenada directamente en Televisión Canaria.

En 2018 inicia el rodaje de su primer largometraje cinematográfico oficial, «Absolución de Juan Alfredo Amil», que acaba de finalizar. El film es una producción de 416 Studio, en coproducción con Radio Televisión Española y El Demonio Interior, que cuenta con el apoyo de Cabildo Insular de Tenerife, con la participación de Televisión Canaria, con el Patrocinio de Patronato de Turismo de el Ayuntamiento de Arona y con la colaboración de Sensograma Productions y Chukumi Studio. Especial importancia tiene la aportación de Carlos Hernández Dorta (Isla, vuelo y Horizonte) en calidad de productor ejecutivo.

En su equipo técnico destacan además dos profesionales que se unen en la fase de postproducción que comienza ahora: Tano Martín («Magical Girl», «Niñato», o «Matadero») y Sergio López-Eraña («Oscuro y Lucientes», «Aute Retrato»).