Filomena dice “Mi única ley es vivir. Vivir y seguir adelante, sin derramar una sola lágrima, esta es otra ley que me ha sido impuesta”. La premisa con la se abre la obra es que Filomena en su lecho de muerte consigue que el hombre con el que ha vivido como mantenida, amante y criada se case con ella. La enfermedad es fingida, Filomena se levanta de la cama y aquí empieza el espectáculo.

A Filomena Marturano la hemos visto en otras ocasiones tanto en el cine como en el teatro interpretada por grandes actrices, pero aquí poco tiene que envidiar Clara Segura poco tiene que envidiar a ninguna de ellas. Está fantástica.

La Biblioteca de Catalunya se convierte en Nápoles, la ciudad y el texto se funden en pequeños detalles que se pueden ver en el montaje que nos ofrece la Biblioteca de Cataluña. Un espacio enclavado dentro del Raval de Barcelona y cuyas calles estrechas y siempre llenas de gente se parecen mucho a las de la ciudad italiana.

Que Clara Segura esté bien como Filomena Marturano , no es ninguna sorpresa. Es una actriz espléndida capaz de hacer reír, llorar, o crear en el espectador cualquier otro tipo de sensación que haga saborear el espectáculo que se representa. Pero para mí esta Filomena tiene un descubrimiento, Don Doménico. Enrico Ianniello construye un personaje maravilloso, habla en tres idiomas a la vez, y pasa de la fuerza a la ternura y del drama a la comedia de una forma increíble.

El resto de los actores, arropan al dúo perfectamente, en una casa llena de gritos y reproches por parte de los dos protagonistas.

¡Bravo Oriol Broggi!, por haber convertido a Barcelona en Nápoles y hacernos que las más de dos horas que dura la obra pasen como en un suspiro. Clara Segura y Enico Anniello forman un tándem que va a ser recordado. La obra tiene las localidades agotadas pero tranquilos, vuelve en septiembre. No os la perdáis.