Fundador del Ballet Nacional de Marsella, muchas de sus coreografías se han convertido en clásicos del repertorio internacional

El coreógrafo francés Roland Petit, una de las grandes figuras de la danza mundial, ha fallecido este domingo en Ginebra a los 87 años. Autor de más de un centenar de ballets convertidos en clásicos del repertorio internacional, Petit debutó a los 20 años en la Ópera de París para un año después empezar a dirigir su propia compañía y trabajar en los más importantes teatros del mundo, como la Ópera de París, la Scala de Milán y la Ópera de Berlín.

Petit había nacido en Villemomble (Francia) el 13 de enero de 1924; estudió en la Escuela de Ballet de la Opera de París, donde entre otros tuvo como profesores a G. Ricaux y Serge Lifar. Debutó con dieciséis años y a los 20 abandonó el ballet de la Ópera de París para pasar a dirigir en 1945 su propia compañía, el Ballet des Champs Elysées. Fundador de los Veranos de la Danza, Roland Petit cambió el nombre de su compañía por el de Ballets de París y realizó algunos de sus trabajos más importantes.
En 1946 creó «Le jeune homme et la mort» y en 1949 «Carmen», que el coreógrafo francés hizo para su mujer Zizi Jeanmarie, y en la que él interpretó a Don José. Realizó «Le loup» en 1953, en 1959 «Cyrano de Bergerac» y en 1965 «Notre-Dame de París»; en 1972 creó la compañía de Ballet Nacional de Marsella, con la que se le consideró el propulsor del ballet en esa ciudad y con la que en 1981 consiguió la distinción de «Nacional» concedida por la República francesa.
En 1972, con la pieza Pink Floyd Ballet, fundó el Ballet Nacional de Marsella, que dirigió 25 años y que convirtió en una de las compañías más importantes del mundo. Su última aparición en los escenarios fue a comienzos de 1997, con 73 años, durante las representaciones del Ballet Nacional de Marsella en la Ópera de París, con las que se despidió como bailarín. Interpretó el doctor Coppelius del Coppelia que montó en 1975, y le acompañaba la bailarina española Lucía Lacarra, una de sus musas de los últimos años. Al año siguiente dejó la dirección de la compañía, aunque siempre se mantuvo como colaborador.
A comienzos de 1997 Petit se despidió como bailarín del Nacional de Marsella y a finales de ese año dejó la dirección del mismo, aunque mantuvo su colaboración con la compañía. Además Petit colaboró con artistas como Picasso, Georges Simenon, Orson Welles, Rudolf Nureyev o Mijaíl Baryshnikov
El pasado otoño, la Ópera de París le rindió homenaje abriendo su temporada con catorce representaciones de tres de sus ballets más importantes: «Le Rendez-vous», «Le Loup» y «Le Jeune Homme et la Mort». La Ópera de París ha dicho en un comunicado que Petit «nunca había dejado en realidad la casa y había ofrecido al Ballet de la Ópera de París no menos de once creaciones y diez piezas de repertorio».