Estaba condiderada la figura más longeva del cine, habiendo trabajado con Gloria Swanson, Greta Garbo y Harold Lloyd

La actriz Barbara Kent, mítica estrella del cine mudo, compañera de Gloria Swanson, Greta Garbo y Harold Lloyd, ha fallecido este jueves 20 de octubre en Palm Desert, California, a los 103 años de edad. Estaba considerada como la figura más longeva del cine, y una de las últimas supervivientes de la época silente de Hollywood.

Barbara Kent había nacido en el pueblo de Gadsby, en la región canadiense de Alberta, y fue elegida Miss Belleza de Hollywood en 1925, lo que le asbrió las puertas de Hollywood. En 1926 rueda «El diablo y la carne», a las órdenes de Clarence Brown, acompañando a Greta Garbo (que interpretaba a una malvada vampiresa) y a John Gilbert.
En 1927, año en que rodó cuatro películas, llamó la atención en «No Man´s Law» donde nadaba desnuda, lo que provocó un escásdalo. En ese filme compartió cartel con el cómico Oliver Hardy, quien encarnaba a un villano en aquella ocasión. Su popularidad se había acrecentado tanto, que formó parte del exitoso grupo de las «Wampas Baby Stars» de 1927. En 1929 comenzaron a intercalar en las películas pequeñas transmisiones sonoras, por lo que Kent tomó clases de canto para modificar algunas dificultades en su voz. Luego, protagonizó con Harold Lloyd la comedia «Welcome Danger», trabajo que junto a «Feet First», de 1930, la consagraron definitivamente.
Entre las películas de Barbara Kent, destacan «Prowlers of the Night» (1926), «The Drop Kick» (1927), «Night Ride» (1930), «Grief Street» (1931), «Beauty Parlor» (1932), «Vanity Fair» (1932) y «Oliver Twist» (1933), donde compuso a la tía materna del protagonista de la historia. En 1932 contrajo matrimonio con el agente y productor cinematográfico Harry E. Edington, 18 años mayor que ella.
Tras un período de inactividad de un año, retornó al medio con «Rockless Decision», con ayuda de su esposo. Sin embargo su popularidad había disminuido considerablemente y se vio obligada a interpretar papeles más secundarios. En 1949, seis días antes de celebrar su 61 cumpleaños, murió su esposo, quedando viuda a los 42 años. El deceso de su marido la alejó definitivamente del espectáculo.