su fulminante carrera la ha convertido en la número uno de su país

Se dió a conocer fuera de su país con «Zwartboek» («El libro negro»), de Paul Verhoeven, pero su sueño era rodar en España. Conseguido: acaba de regresar de Madrid, de trabajar en «Intruders» para Juan Carlos Fresnadillo y junto a Clive Owen.

PREGUNTA: No es la protagonista, sino una más en un «ensemble». ¿Cuál ha sido la mayor diferencia?

RESPUESTA: Ha sido para mí, el trabajo más difícil hasta ahora. En mi país, soy la que tira de la película, muy dirigida y con esa responsabilidad, pero me resulta fácil y ruedo en mi lengua. Ser Susanna me ha traído mayor dificultad por sentirme algo más sola y tener que integrarme en un grupo para transmitir a la audiencia los terrores íntimos, los lugares oscuros de la naturaleza humana.

P.: ¿Qué ha sido lo mejor de debutar en el cine español, aunque se trate de una producción en inglés?

R.: Por supuesto, trabajar con Juan Carlos Fresnadillo, un joven director con verdadero talento y un carácter especial. Y Clive Owen un compañero de una intensidad verdaderamente impactante. Los niños, Madrid…

P.: Me confesó en Cannes su sueño de rodar en España…

R.: Sí, lo mejor ha sido Madrid, una ciudad de la que me enamorado. Vivo en Amsterdam, pero su ciudad es verdaderamente diferente. Sus gentes, sus calles plagadas de gente, la música, los museos, ¡las tiendas!, las tabernas, los horarios, los paseos a cualquier hora del día…

P.: Ha tenido que ser muy diferente a Suráfrica, donde ha rodado «Black Butterflies» con la leyenda viviente Rutger Hauer.

R.: Ese fue un rodaje duro por el aislamiento, la historia… Retrato a la poetisa Ingrid Jonker, hija de un político ultraconservador del apartheid. Una mujer que desafió todos los tabúes de la época y que pagó el precio más elevado. Trabajar con Hauer fue una de mis experiencias más fuertes. También con Liam Cunnigham, que es mi amante. Pero, la soledad fue intensa.

P.: Pero lo solucionó con Twitter…es casi una adicta.

R.: Me ayuda a estar en contacto con mis amigos de Amsterdam, especialmente con Halina van Rijn, mi íntima, con la que quizá trabaje en el futuro. Es otro sueño…

P.: ¿Cuántos seguidores tiene en la red?

R.: Creo que 35.000, no me haga mucho caso.

P.: Escribe de música en una revista, es DJ, su padre, Theodore van Houten es especialista en bandas sonoras y compositor. ¿Es la música su prioridad?

R.: Absolutamente, más que el cine. Pero… es que tengo muchas «prioridades» (Risas). Estoy escribiendo un guión, del que no quiero hablar mucho, pero se trata de un personaje real del pasado inmediato, he cantado en algunas ocasiones, estoy componiendo, quiero ser madre. Me temo que me encuentro en un cruce vital de caminos y no sé exactamente por dónde tirar…

P.: Posee una belleza «antigua», clásica. A la hora de interpretar, ¿cuál es su arma secreta?

R.: Hhhhmmm, mis ojos y una extrema sensibilidad, que en la vida real me puede conducir a sitios muy oscuros, pero que en el plató es altamente beneficiosa.

P.: ¿Su sueño más secreto?

R.: ¡Sin duda, ser madre! ¿Cree que sería una buena madre? Envidio a mi hermana Jelka, que tiene un pequeño. ¡Pero tengo tantos planes, demasiados!

«Black Butterflies», de Paula van der Oest se estrenará este otoño en Holanda. «Intruders», de Juan Carlos Fresnadillo se estrenará en 2011.