Artículo publicado originariamente en «La Butaca»

El cine sobre relaciones laborales es ya un género en sí mismo. La más reciente es ‘Espejo, espejo’ que se rueda en Pamplona bajo la dirección de Marc Crehuet (‘El rey tuerto’) que protagonizan protagonizada por Santi Millán, Natalia de Molina, Malena Alterio y Carlos Areces.

El reparto se completa con Betsy Túrnez, Toni Acosta, Carlos Bardem, Verónica Forqué, Silvia Abascal, Antonio Resines, Loles León, Anna Bertrán, Luis Bermejo, Bárbara Mestanza y Marta Tomasa. La película, que se desarrolla entre los empleados de una fábrica de cosméticos, es el segundo largometraje de ficción de Marc Crehuet, que fue nominado al Goya al mejor director novel por ‘El rey tuerto’.

La película se inicia el día de la celebración de los 50 años de Manie Cosmetics cuando reina el estrés entre los empleados. Álex, director de marketing y comunicación, sabe que van a haber despidos y quiere demostrar a la nueva presidenta que, a pesar de sus casi cincuenta años, no está desfasado y sigue siendo un valor en alza. Necesita la seguridad que le trasmite su propio reflejo, pero éste se ha cansado de adularle. Además, Álex se siente amenazado por Paula, su asistente, que, con sólo veinticinco años se está ganando la admiración de la presidenta de la empresa. Paula es consciente de las posibilidades profesionales que se le están abriendo y su reflejo, mucho más ambiciosa que ella, la empuja a superar las barreras que se interponen en su camino. Su hermana Vicky, directora de ventas, lleva una temporada comportándose de manera extraña y pronto descubrimos que es porque su reflejo es en realidad un hombre que le exige que salga del armario. Alberto, un rollizo administrativo cuarentón, está profundamente enamorado de Paula y quiere declararse, pero su reflejo, mucho más miedoso, no hace más que hacerle sentir inseguro. Al salir y entrar del edificio de oficinas, los empleados se cruzan siempre con Antonia, una portera amable y bonachona que, cuando está sola ante el espejo, se encuentra con que al otro lado hay una psicópata que sólo piensa en matarles a todos. Cuando el reflejo de Álex decide desaparecer para irse a vivir su propia vida, dejándole solo ante el espejo, se desencadena una revolución de los reflejos que cambiará el destino de los protagonistas.

Director, guionista y dramaturgo, Marc Crehuet es licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Ramón Llull de Barcelona. Debutó en el largometraje con “El rey tuerto” en 2016, basado en su obra de teatro homónima, estrenada Festival de Málaga y nominada al Goya al mejor director novel. Cuenta el cineasta: “Nos llega la consigna de que tenemos que realizarnos personalmente, encontrarnos a nosotros mismos, pero… ¿a qué parte de nuestra personalidad hay que encontrar? ¿Qué aspecto de nosotros es el que tiene que prevalecer?”

Y añade Crehuet acerca del tema de su película. “Quiero ilustrar esta lucha interior a través de la relación de cuatro personajes con sus propios reflejos. Quiero que el espectador se divierta siendo testigo de las disputas que los protagonistas tienen consigo mismos y que les llevan a actuar de una u otra manera. Al final, son nuestros actos los que nos acaban definiendo, pero antes de tomar cualquier decisión, una parte de nosotros se tiene que imponer a la otra. Y eso es lo que me parece interesante y cómico: el conflicto interno que precede a los actos y que pone de relieve nuestras fisuras. En una sociedad que tiende a querer eliminar las contradicciones, a hacernos creer que las cosas son blancas o negras, pienso que es importante reivindicar el terreno de lo gris… de la indefinición que nos define”. La película es una producción de Rodar y rodar  Nos gusta el cine A.I.E, que cuenta con la participación de RTVE, TV3 y Netflix.