Victoria Duffy puede perder la billonaria herencia artística del actor y director por su infidelidad
Puede que Dennis Hopper pueda ver realizados sus últimos deseos cuando se ha cumplido un año largo de su fallecimiento, en mayo de 2010, por complicaciones derivadas de un cáncer de próstata. Entonces, completamente lúcido en su agonía siendo capaz de despedirse cálidamente de amigos y familiares, exigió el divorcio de su mujer Victoria (nacida Duffy y conocida «avida dollars») en el lecho de muerte. El objetivo: evitar que la horrenda dama se quedara con una de las colecciones privadas de arte contemporáneo más sublimes del mundo entero.
Empedernido coleccionista y arruinado en varias ocasiones por sucesivos divorcios, el director y protagonista del film de culto «Easy Rider» (1969) era consciente de que quería mantener su legado (en parte expuesto en el Hermitage, nada menos) para sus hijos y en especial para la pequeña Galen, nacida con Duffy.
Hopper también exigió la custodia total de la pequeña, que ahora suma 10 años. Pero la muerte se anticipó y la mujer a la que Hopper había repudiado insistía en quedarse en la mansión del actor en Venice, California, pese a la petición de divorcio y mantener la mentira de una felicidad inexistente. La codiciosa estaba ganando tiempo para que la Parca le permitiera amasar una fortuna sin merecerlo. Ahora, una revelación en RadarOnline puede dar al traste a su codicia y a que los deseos de Hopper se cumplan. ¡Aleluya! Se ha revelado que mientras el actor de 74 joviales años agonizaba con elegancia y ella parasitaba en su mansión, mantuvo una relación con un tal James Cannon Boyce.
Duffy y Hopper estuvieron casados 13 años, pero en enero del pasado, cuatro meses ante de su muerte, el actor, fotógrafo y director pidió el divorcio por «conducta no razonable y enloquecida» y habiendo logrado una orden de alejamiento para ella. Pero el divorcio no llegó a término gracias a las maniobras dilatorias de la buitre. Es más, un juez estimó que pese a la orden de alejamiento, Hopper debía pasarle a ella y su hija una pensión mensual de 12.000 $. Victoria logró heredar el 40% de la fortuna y arte del actor. Pero Marin, la hija de 49 años que tuvo con la primera de sus cinco mujeres, Brooke Hayward, acaba de demandar a Duffy reclamando las obras de arte que alega le pertenecen. Y va a utilizar el adulterio como arma decisiva. La dama ya prepara su defensa.
Pero Marin alega que «Victoria tuvo un affaire con el señor Boyce durante el tiempo en que ella alega que vivía felizmente con su marido en la residencia de ambos». El juez va a llamar a testificar a Boyce porque él sabe dónde Victoria «esconde» la colección recibida valorado en billones de dólares y que no ha vuelto a ser vista. Habrá una citación -a no perderse- el próximo 12 de julio para determinar la testificación de Boyce. Se sabe que Duffy no está tranquila, buena señal para Marin Hopper Hayward. No es sólo probable que tenga que devolver la colección de arte sino también la herencia de 16 millones de dólares. Hopper, que en su última película («Palermo Shooting», de Wim Wenders) interpretó a La Muerte debe de estar carcajeándose en su tumba. Y es que se puede vencer después de la muerte.