ÓPERA PRIMA DE BENJAMÍN ÁVILA, ES UNA HISTORIA DE MILITANCIA Y CLANDESTINIDAD DURANTE LA DICTADURA ARGENTINA

Ernesto Alterio y Natalia Oreiro protagonizan «Infancia Clandestina» la historia de un chico de 12 años en el año 1979 en Argentina, viviendo en la clandestinidad junto a su familia militante. Al igual que su mamá Charo, su papá Daniel y su tío Beto, Juan oculta su nombre en el barrio y en la escuela.

Ópera prima de Benjamín Ávila, autor también del guión, que recoge elementos autobiográficos de su propia infancia. En el filme, el joven protagonista deberá sobrevivir entre estos dos mundos contrapuestos, dos identidades y dos nombres diferentes, uno el verdadero, otro con el que le conoen en la escuela y los vecinos, que se oponen sin dejar de retroalimentarse. Y con la compañía de su compañera de escuela María, preferirá escaparse y vivir una nueva clandestinidad,
«Infancia Clandestina» comenzó a rodarse a principios de febrero en Buenos Aires. Junto a Ernesto Alterio y la uruguaya Natalia Oreiro (que tiene pendiente en España el estreno de «Miss Tacuarembó·), el reparto se completa con César Troncoso («XXY») y Teo Gutiérrez Romero.
Natalia Oreiro ha indicado que se sintió atraída por el film porque éste presenta «la mirada de amor dentro de una familia que tiene que vivir clandestinamente, donde el miedo está presente, pero eso no impide amar, soñar y tener alegrías”. Por su parte Benjamín Ávila señala que «esta pequeña historia representa la vivencia de muchos niños en la última dictadura militar en Argentina, entre 1976 y 1983, y también representa la mía. Desde que decidí que mi oficio de vida sería el cine siempre añoré contar esta historia, mi historia. Pero no como una película autobiográfica, sino utilizar mis vivencias en una historia de amor de niños atravesada por este momento histórico. Poner el eje en el aspecto humano de las ideas». Pra el director, «películas como «Papa está en viaje de negocios” de Emir Kusturica, «Mi vida como perro” de Lasse Halström por su retrato del mundo infantil, la visión cine político de Ken Loach y la sensibilidad narrativa de Krzysztof Kieślowski son mi referencia esencial para el desarrollo de esta historia.