Una ingeniosa y divertida comedia de Rojas Zorrilla, en torno un rico hidalgo ridículo, feo, avaro, pretencioso y celoso

Bajo la dirección de Eduardo Vasco al frente de la compañía Noviembre Teatro, se ha estrenado en el Teatro de la Comedia de Madrid «Entre bobos anda el juego», de Rojas Zorrilla, también llamada «Don Lucas del Cigarral», nombre del personaje estrambótico que recibe, en su género, el calificativo del figurón. Una de las más famosas comedias de ese género con un elenco formado por Daniel Albaladejo, Arturo Querejeta, José Ramón Iglesias, Isabel Rodes, Fernando Sendino, Rafael Ortiz, Elena Rayos, José Vicente Ramos y Antonio de Cos.

La famosa obra de Rojas Zorrilla es una ingeniosa y divertida comedia, que gira en torno a su caricaturesco y ridículo protagonista, don Lucas del Cigarral, un rico hidalgo, feo, avaro, pretencioso y celoso, que concierta su boda con doña Isabel de Peralta, una joven hermosa y pobre, que se enamorada de don Pedro, primo de don Lucas, cuando éste manda a don Pedro, en busca de Isabel. La gran cantidad de sucesos y equívocos de esta comedia se precipitan de noche, cuando en un mesón encuentran a don Luis, pretendiente frustrado de Isabel, a Alfonsa ridícula hermana de don Lucas, y a don Antonio, hermano de Isabel.

Rojas Zorrilla es uno de esos autores que siempre he leído con verdadera pasión. Sus obras son un paso más allá respecto a la dramaturgia que en el Siglo de Oro deja consolidada Lope, y contribuyen a que la dramaturgia nacional gane enteros en colorido y eficacia —de manera paralela a la obra de Calderón— hasta los años 40. Las obras de ambos son la última evolución original de nuestro teatro patrio antes de que se eche a perder del todo, víctima de las influencias francesas que anegarán nuestro gusto dramático durante los siguientes dos siglos. «Entre bobos anda el juego» es posiblemente la más redonda de las deliciosas comedias de figurón con las que Rojas Zorrilla caricaturizó las obras de capa y espada presentando a los virtuosos hidalgos como personajes torpes y pedantes.

Según Eduardo Vasco, «aunque habitualmente sus comedias requieran maneras un tanto excesivas, cercanas a la farsa, no faltan en sus obras —pegados a los personajes estrambóticos y desmedidos— momentos delicados, llenos de una lírica particular. Es decir, que sus personajes son de carne y hueso, y aman, y sufren penalidades de todo tipo tratando de nadar contra la corriente enloquecida que impone la sociedad en la que transcurre el argumento; reflejo casi grotesco de la realidad que habitaba el espectador. Este es el complicado equilibrio que se plantea en esta pieza: combinar el mecanismo, lleno de ritmo y contraste, del enredo que gobierna el figurón y permitir respirar a los personajes que lo necesitan. Y en ello estamos…»

La obra permanecerá en el escenario del Teatro de la Comedia de Madrid hasta el 3 de marzo, emprendiendo posteriormente una gira por España.