Esta en rodaje la miniserie (tres episodios) «Anatomía de un instante», que recrea aquel 23 de febrero de 1981: Adolfo Suárez permaneció sentado mientras las balas de los golpistas silbaban en el Congreso el 23 de febrero de 1981, cuando todos salvo el teniente general Gutiérrez Mellado y Santiago Carrillo se refugiaban tras los escaños. Es una adaptación del libro de no ficción de Javier Cercas, con guion de Rafael Cobos y Fran Araujo.
Narra el intento de golpe de estado en España del 23 de febrero de 1981, popularmente conocido como el 23-F, en el que miembros del ejército entraron en el Congreso de los diputados y durante casi un día tuvieron secuestrados a todos los miembros del Congreso. Está protagonizada por Álvaro Morte como Adolfo Suárez, Eduard Fernández como Santiago Carrillo, David Lorente como el golpista Antonio Tejero, Manolo Solo como el Teniente General Gutiérrez Mellado, miembro del gobierno, Juanma Navas como el tambien golpista Alfonso Armada, Samuel López como Alfonso Guerra y Miki Esparbé como el rey Juan Carlos I.
La película es una producción de DLO Producciones para Movistar Plus con dirección de Alberto Rodríguez, uno de los cineastas que mejor ha retratado la cara oculta de la Historia de España, como demuestran películas como «Grupo 7», «La isla mínima», «El hombre de las mil caras» o «Modelo 77» y series como «La peste». Tiene pendiente de estreno el último largometraje que ha realizado, «Los Tigres», que es también un original de Movistar.
Javier Cercas no es un escritor ajeno a la adaptación audiovisual, pues tres películas notables se basan en libros suyos: «Las leyes de la frontera» de Daniel Monzón, «El autor» de Manuel Martín Cuenca (que adapta «El móvil») y «Soldados de Salamina» de David Trueba. Esta no es la primera adapatación de la novela de Cercas, pues ya había tenido una de manera teatral, una pieza de teatro documental y político que consistía en un relato narrado por cuatro actores y con un soporte audiovisual compuesto por fotogramas. Esa adaptación ya tuvo que pasar por un proceso de resumen, en el que el director Àlex Rigola se centró más en unos aspectos que en otros.