José Sanchís Sinisterra sostiene que el éxito de Juan Mayorga supone una muy buena noticia para el teatro español. Juan Mayorga escribe un teatro de agitación intelectual, complejo, donde las palabras tienen la misma importancia que los silencios, en el que el autor, que es filósofo y conoce como nadie las normas de la Lógica, rompe continuamente esas normas para crear otras nuevas. O no. Como consagrado dramaturgo, miembro de la Real Academia Española de la Lengua (RAE) desde mayo de 2019, domina la carpintería teatral, pero lo que él hace son obras invertebradas. Con la palabra, como en el título de esa obra suya, es «un mago». Un aluvión de estrenos acompañan estos días al talento de Juan Mayorga y el talento de Juan Mayorga acompaña a esos estrenos.

El Centro Dramático Nacional (CDN) sube a las tablas “El Golem” el 25 de febrero. Además, la versión realizada por Mayorga de “El diablo cojuelo”, sobre el clásico de Luis Vélez de Guevara, estará en el Teatro de la Comedia de Madrid del 14 de abril al 5 de junio (antes pasará por Logroño, Sevilla, Granada y Andorra), en una producción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNNT). “El jardín quemado” podrá verse en mayo en el Teatro Cuyas de Las Palmas. “Silencio” se representa actualmente en el Teatro Español de Madrid con una sensacional Blanca Portillo. Y la deslumbrante “La lengua en pedazos” está en el Teatro del Barrio, protagonizada por Clara Sanchís y Daniel Albadalejo. Y viene este dramaturgo de las representaciones de “Voltaire”, una pieza extraña, vanguardista y hermosa, que se ha visto en el madrileño Teatro Quique San Francisco. La musculatura teatral de Juan Mayorga, pues.

Este dramaturgo transmite la impresión de ser un hombre en permanente estado de creatividad. Que no deja descansar su mente. Inquieto. Observador. Lleva siempre en el bolsillo unos cuadernillos en los que apunta ideas. Cualquier cosa o circunstancia de la vida puede convertirla en teatro. Por ejemplo, un día, desde el balcón de su casa, observó cómo los trabajadores de una empresa cercana salían siempre a la carrera al finalizar la jornada laboral, como interpelados por una urgencia. Y de ahí surgió la idea de «Famélica», una pieza en la que La Internacional pasa como a trompicones, entre gritos y conspiraciones de los personajes, en una obra «muy Mayorga» que se vio en 2017 en el Teatro del Barrio.

Juan Mayorga domina, ya está dicho, la palabra. La palabra, claro, lo sostiene todo. Y a este autor le preocupa sobremanera el uso de las palabras. Lo ha manifestado: “Antes de Beckett, Platón, en “Gorgias”, ya expresaba su desconfianza hacia las palabras y la necesidad de examinarlas como condiciones de juego que nos vienen dadas, porque nacemos en un lenguaje, que es al mismo tiempo alas y jaula. Nos permite imaginar y desbordar nuestro pequeño mundo pero condiciona a su vez la sensibilidad y la experiencia. No sólo vivimos con el lenguaje sino también en combate con él”. “El Golem”, obra que Mayorga reescribió durante el confinamiento, habla sobre las palabras y el significado que tienen para cada persona y el uso, a veces abuso, que hacemos de ellas. La obra, en el CDN, la dirigirá Alfredo Sanzol. Las palabras, sí. “Sólo un Dios pequeño atendería palabras tan pequeñas”, se dice en “La lengua en pedazos”. Juan Mayorga y la palabra. Comienza la función. Silencio.