La actriz promociona por Europa «La niñera mágica y el Big Bang» y denuncia la trata de blancas en «The Journey»
Sin llegar a los niveles de Vanessa Redgrave, apoya las causas de los más desfavorecidos de forma muy activa. Su última campaña se centra contra la esclavitud sexual, la vergonzosa trata de blancas que se da en las sociedades occidentales en pleno siglo XXI. Ha pasado por Amsterdam camino de Madrid para presentar «La niñera mágica y el Big Bang» (estreno en España el 2 de abril) y hablar de «The Journey», su alegato contra la esclavitud sexual.
Presente en nuestras carteleras en un pequeño pero significativo rol en «An educatión», nominada en tres apartados para el Oscar, y retomando de nuevo el personaje de la niñera Nanny McPhee, con apósitos nasales y granujientos, afeada y envejecida, la dinámica Thompson (Londres, 1959) se apasiona al hablar de «The Journey»: «Ver el corto es duro de tragar, pero creo que de un tema así sólo se puede hablar de forma directa y brutal. Quiero que el público que lo vea pase un mal rato. Pero nuestro objetivo principal son los hombres que pagan por recibir servicios sexuales».
«The Journey» comenzó como una instalación en 2007 y finalmente para el cine ha sido dirigido por el líder de la banda Skids, Richard Jobson. La instalación constó de siete «trailers» en los que se mostraban diversos estadios del abuso sexual y de las mujeres que acaban trabajando en la industria del sexo contra su voluntad. La instalación estuvo fuera de la National Gallery de Trafalgar Square en el otoño de 2007.
La historia sigue el viaje de Elena, una joven de Moldavia, que es violada por una banda de traficantes de mujeres, la prostituyen salvajemente y ella trata de suicidarse. Thompson vió la instalación convertirla en un cortometraje de 15 minutos. La actriz de «Retorno a Howard’s End» y «Lo que queda del día» (Oscar por ambas) ha defendido las causas más diversas: los desaparecidos en Chile y Argentina, la batalla contra la ampliación del aeropuerto de Londres y ahora, la forma más baja de la prostitución: la trata de blancas.
Los 15 minutos de Jobson aplican técnicas de vídeoclip y música, pero es la narración cruda de Emma Thompson la que nos devuelve a la durísima realidad. Las secuencias de violación, violencia y autolesiones son difíciles de contemplar. «Richard y yo pusimos en el corto toda la ira y la rabia que el tema nos provoca. Queremos llevarlo hasta el público más amplio posible».

Tras su gira promocional con «La niñera mágica y el Big Bang» se propone reunirse con el alcalde de Londres, el albino Boris Johnson. Dice: «Quiero que la ciudad acoja la instalación y el cortometraje para que sean vistos por la mayor gente posible. Lo tenemos que hacer antes de las Olimpíadas, porque el tráfico sexual que ese tipo de eventos sucita es descomunal». Jobson y Thompson sabían que el mayor reto era narrar de nuevo de una forma diferente una vieja historia: «Lo hemos visto de mil maneras y ya no se puede contar de la misma forma. pero era necesario afrontar el tema porque sobre todo, está tan oculto».
Elena, la prostituta de Moldavia, y Emma Thompson se han convertido en amigas. La actriz la conoció a través de la Helen Bamberg Foundation, una organización que ayudó a los supervivientes del campo de concentración de Belsen tras la II Guerra Mundial. Fue Michael Korzinski, cofundador de la organización, quien las presentó. Elena acudía a él para terapia postraumática. Thompson preside ahora una rama de la organización volcada en las mujeres prostituídas y abusadas.
«The Journey» puede ser visto en Internet y se proyectará el próximo jueves, 4 de marzo, en el Festival Fifer, de Dumferline. Después, dice Thompson que quiere llevarlo a «todos los festivales del planeta». «Simplemente me dije, si no haces nada al respecto, jamás podrás estar en paz contigo misma. Solamente he querido hacer todo lo que ha estado en mi mano».