LA ACTRIZ BRITÁNICA, QUE HA DERROCHADO SIMPATÍA POR DONOSTI, HA DESVELADO QUE SUEÑA CON HACER UNA COMEDIA
La actriz británica Emily Watson ha recibido en la noche de este viernes 25 el Premio Donostia del 63 Festival dde Cine de San XSebastián de manos de José Luis Rebordinos, director del Festival. La actriz se ha mostrado encantada y emocionada sobre el escenario del Kursaal, donde aprovechó para dedicar este galardón a quienes le han ayudado en su carrera «y a que mi vida sea más interesante».
«Muchas, muchas gracias, eskerrik asko!» ha dicho Emily Watson. La actriz nacida en Londres en 1967 recordó sus inicios en los platós y reconoció sentirse muy afortunada de la vida que ha tenido. No pudo disimular la emoción con alguna lágrima y ante los aplausos de un recinto abarrotado. Vestida con un vestido largo de color azul marino, ha indicado que «he pasado mi carrera intentando ser otra persona y estar aquí es muy difícil y me siento desnuda solo siendo yo, pero os aseguro que agradezco de manera sincera este honor». La intérprete ha destacado que «hacer una película es un acto de colaboración», por lo que ha indicado que nunca hubiera podido estar en San Sebastián si no fuera por todas las personas con las que ha trabajado.
Tras la entrega del premio Rebordinos ha desvelado que Emily Watson estaba impresionada por el prestigio de los anteriores galardonados. «Es una de las personas más majas y entrañables que he conocido en este mundo, está emocionada y muy agradecida, le ha encantado la ceremonia», comentaba el director del Zinemaldia, para quién «está bien tener estrellas, pero hay que poner en valor el trabajo de las grandes actrices como Emily Watson; la magnífica lista de quienes han recibido el Premio Donostia mejora con ella». También avanzaba que todos los premiados en el palmarés oficial estarán presentes en la gala de clausura de este sábado.
Emily Watson ha confesado, en la conferencia de prensa previa a la gala, que hay «mucho» de ella que «aún no se ha descubierto» y a la que le encantaría hacer una comedia. «Creo que sería muy buena, dicho sea de paso», ha asegurado la actriz. «Me creo que todavía tengo 23 años», bromeaba la intérprete, con una treintena de películas en su currículum, que inauguró en 1996 con «Rompiendo las olas», de Lars von Trier. Para la actriz, con el transcurso de los años, el director danés «ha adquirido la reputación de tío difícil con las actrices», pero su caso no fue ese, pese a que fue «duro» trabajar con él. «Fue una experiencia en la que me sumergí por completo. No era consciente de que estaba haciendo una película, repetía escena tras escena y cada vez estaba más metida en el papel. Me abrió las puertas, con él empezó mi carrera y se lo agradezco muchísimo», ha destacado, aclarando que «más allá de Almodóvar» poco sabe del cine español. De poder, volvería a trabajar con Robert Altman, fallecido en 2006, con quien rodó «Gosford Park» en 2000. «Es el ser más extraordinario que he conocido, hacía las cosas de otra manera, no utilizaba las reglas de nadie. Era una especie de filósofo del espíritu humano», ha resaltado.