La revista Time le ha considerado este año como una de las 100 personalidades más influyentes del mundo

Un realizador tedesco, fundamental para entender el último medio siglo de cine en ficción y documentales, Werner Herzog, ha sido designado para presidir el Jurado que decidirá los Osos de la 60 edición de los Internationale Filmfestspiele Berlín, la Berlinale, a celebrarse del 11 al 21 de febrero del próximo año.

Herzog es considerado este año por la revista TIME como una de las 100 personalidades más influyentes del mundo. Figura decisiva del cine de autor, en 50 años de carrera y tras haber firmado más de 50 obras, su obra ha influído ya a tres generaciones de nuevos cineastas. Director de largometrajes, documentales y óperas ha alcanzado la maestría y a veces la sublimidad, ha revolucionado la manera de rodar documentales, ha provocado la controversia y sólo en una ocasión, esta semana con motivo de su estreno norteamericano, se ha convertido en el «hazmerreir» de la comunidad cinematográfica. La razón: el estreno del «remake» de una de las obras más radicales del singular Abel Ferrara, «Bad Lieutenant» («Rl teniente corrupto»), con Harvey Keitel. Bajo el título «Bad Lieutenant: Porto Of Call New Orleans» y con el peor Nicolas Cage posible, la crítica despiadadamente se ha reído del improbable tandem. Quizá se ha cumplido la maldición de Ferrara, quien al saber del proyecto, dijo que quien se atreviera «ardería en el infierno». Pero, de regreso a la Berlinale 2.010, el director de la misma, Dieter Kosslick, ha dicho: «Las películas de Werner Herzog muestran la fuerza artística del cinF. Nos congratulamos de tener a este soberbio director como presidente del Jurado cuando el festival celebrará su 60 aniversario». Y es que Herzog es también, escritor, productor, actor y maestro. A él le corresponde la fundación de la Rogue Film School para futuros cineastas, en las que imparte su magisterio cuando sus inacabables rodajes se lo permiten. La Berlinale recuerda como en 1968 competió con «Signs of Life» y al año siguiente con «Nosferatu», protagonizada por su «querido enemigo», Klaus Kinski, el actor que le dió lo mejor y lo peor de sí. La leyenda cuenta como estuvieron a punto, literalmente, de matarse en la selva durante el rodaje de «Fitzcarraldo» y como el director acudía al rodaje armado como autodefensa. Kinski fue su protagonista en cinco películas. Para narrar la extraña naturaleza de su relación con su actor en «Aguirre o la cólera de Dios», Herzog rodó «Mi mejor enemigo» en 1999. Desde mediados de los 80, el realizador se ha volcado en la dirección de óperas y sus producciones han sido presentadas en el Festival de Bayreuth y en La Scala de Milán. También ha ido dedicándose cada vez más en trabajos actorales, por ejemplo para Harmony Korine y su «Julien Donkey Boy». Entre su jugoso anecdotario, el hecho que de forma anónima rescató a Sean Penn atrapado en su coche tras haber sufrido un grave accidente en las autopistas que rodean Los Angeles. Penn no le reconoció en el instante y después supo que el director alemán le había salvado la vida. Sabiéndose parte de la Historia delcine alemán, Werner Herzog ha donado recientemente su valiosísima colección de guiones, fotos, pósters y otros materiales de producción a la Deutsche Kinemathek-Museum für Film und Fernsehen, la Filmoteca Alemana para que proceda a su cuidado y preservación. La 60 edición de los Internationale Filmfestspiele se celebrarán en Berlín del 11 al 21 de febrero de 2.010