EL MONTAJE LO DIRIGE HERMANN BONNIN Y LO PROTAGONIZA ROBERTO ENRÍQUEZ

El Teatro Español de Madrid lleva a escena la versión de «Don Juan” del dramaturgo, poeta y escritor catalán Josep Palau i Fabre, que lleva el subtítulo de «un príncipe de las tinieblas”. Dirigida por Hermann Bonnín, la obra es también una dramaturgia suya a partir de cinco textos breves de Palau i Fabre sobre Don Juan escritos por el autor durante su periodo de autoexilio en París, en los años 40, época en la que se sitúa también la acción.

Roberto Enríquez, que da vida a Don Juan define a su
personaje como un «perverso y terrorista de la vida». Hermann Bonnín,
director del montaje, aclara que estos textos de Palau i Fabre «son obras
que no se han representado nunca y que ahora, después de casi 50 años ven por
fin la luz», El director de escena recuerda esta dimensión de hombre de
teatro del autor de tiene 91 años y que, sin embargo «no fue tenida en cuenta
en los circuitos literarios habituales». Para Bonnín, Palau i Fabre «no
es suficientemente conocido en Madrid ni en otras partes pero su figura se entenderá
y engrandecerá con el tiempo”. Asimismo, le calificó de «autor incómodo por
su capacidad de provocar y su vuelo poético extraordinario, lo que le llevó a
estar aislado».

HOMBRE DEL SIGLO XX

La obra muestra a Don Juan de Palau i Fabre como un hombre
del siglo XX que vive los desasosiegos de una Europa y una España agitada desde
una perspectiva burguesa-liberal con las grandes exaltaciones de los fascismos:
«Es un hombre que percibe todas las angustias y conflictos, un libertino
en el que, además, hay un grito de libertad, una exaltación del propio yo del
autor», aclara Bonin. En esta línea, insiste en que este Don Juan «se
mueve entre sus angustias y reflexiones y se pregunta por ese mundo que a mitad
del siglo XX gira y bucea en lo más profundo de su entorno. Esa exaltación de
la libertad y ese deseo de preguntarnos sigue hoy muy vivo en todos nosotros».

Por su parte Roberto Enríquez dice que el texto de Palau i
Fabre está lleno de «modernidad y vigencia y que demuestra que es un iconoclasta
por la manera de contarlo y la visión tan contemporánea que da de Don Juan. Es
un personaje deliciosamente perverso, vulnerable, que piensa como una mujer y
que se busca a sí mismo a través de las mujeres», agrega. Para el actor, esa
Barcelona de 1940 en donde tiene lugar los acontecimientos «está muy cerca
de la España de 2008. Me encantaría ser Don Juan al menos un rato en mi vida»,
confiesa Enríquez.

Junto a Roberto Enríquez, el reparto lo componen 17 actores
que encarnan a 37 personajes diferentes en un bello juego escénico. Entre ellos
se encuentran Clara Sanchis, Paloma Paso Jardiel, Jesús Alcaide, Ricardo Moya,
Mélida Molina, Yäel Belicha y Anna Ycobalzeta. La música la firma Lluís Vidal y
el vestuario es de Mariaelena Roque.

La puesta en escena se apoya en una estética que se aproxima
a lo onírico y expresionista pero también con tintes mediterráneos y mucha luz.
De esta manera, la escenografía, de Jean Pierre Vergier, apuesta por la
sutileza de la ensoñación.

Por su parte, Mario Gas, director del Teatro Español, aclara
que Palau i Fabre «busca un nuevo mecanismo de conocimiento y que es meticuloso
al ir metiendo en su cabeza en este Don Juan un itinerario que recuerda a la
obra de Zorrilla».