Tras el frenesí del fin de semana, este lunes ha gozado de una relativa tranquilidad en el Festival de cine Fantástico de Sitges. En la competición ha destacado una nueva ópera prima española, «El páramo», del debutante David Casademunt, un drama de terror rural protagonizado por Inma Cuesta, Roberto Álamo y Asier Flores.
La película narra la historia de una mujer y su hijo que viven aislados de la sociedad en un páramo en el que casi no hay vida. Madre e hija apenas reciben visitas y viven una existencia tranquila hasta que un día la presencia de una criatura aterradora que empieza a acosar la pequeña casa pone a prueba su relación.
«Es una película de terror, pero es muy emocional. Viene de un lugar muy personal, puesto que cuando era muy joven perdí a mi padre y «El Páramo» habla de estos miedos», ha asegurado Casademunt. «El propio título de la obra genera una atmósfera por sí sola, una de las ideas más claras que teníamos en el proceso de creación era la de potenciar el aislamiento y la incomunicación», ha añadido el cineasta. Roberto Álamo, por su parte, ha comentado que «la película habla de la falta de afecto, de lo que pasa cuando el amor marcha y llega la oscuridad». La película está a medio camino entre el western y el terror que incide en un nucleo familiar disfuncional.
También en competición, «Limbo», una ultraviolenta producción honkonesa de Soi Cheang, antiguo colaborador de su compatriota Johnnie To, que desarrolla en blanco y negro la cacería de un psicópata, asesino de mujeres, por dos policias, un veterano que no sigue demasiado los reglamentos y un novato, que es su jefe, y que está en contra de la violencia policial. Todo ello se desarrolla en pestilentes calles y arrabales llenas de basura, que a la vez retrata un demoledor retratro de la corrupción y la decadencia de la ciudad. Una película brutal, frenética y excesiva con un desoladore desenlace no apto para estómagos sensibles.
Y en sesión especial fuera de concurso se ha presentado «Hallowen Kills», enésima secuela de la saga, de nuevo con Jamie Lee Curtis como protagonista, como la mejor y más famosa reina del grito, cuya presentación en Sitges adelanta por dos semanas las fiestas de Haloween. Dirigida y coescrita por David Gorden Green, que ya firmó en 2018 «La noche de Halloween», la película comienza donde finalizaba la anterior: Minutos después de que Laurie Strode, su hija Karen y su nieta Allyson dejaran a Michael Myers ardiendo en el sótano de la casa de Laurie, esta es trasladada al hospital con heridas graves. La familia Strode piensa que Myers ha muerto, pero evidentemente no es así. El asesino más famoso de Haddonfield escapa de la trampa y regresa a las calles para seguir matando. Y de nuevo será Jamie Lee Curtis la que se enfrente al asesino de la máscara. Una película efectista que ofrece lo que se espera de ella, ni más ni menos.
