El Museo de la Academia de Hollywood, que aspira a convertirse en un lugar de peregrinación para los amantes del cine, abrió este 30 de septiembre sus puertas en Los Ángeles, cerrando así una larga y muy difícil gestación marcada por los retrasos, los contratiempos y los sobrecostos. La capital mundial de la gran pantalla no contaba hasta ahora con un museo dedicado al séptimo arte pese a los intentos desde hace casi un siglo de la Academia de Hollywood, que cada año organiza los Óscar.

Tom Hanks fue quien acuñó el concepto de que el Museo del Cine debía ser el “Partenón” de la industria en Los Ángeles y se dispuso a liderar la campaña de financiamiento de los 4.440 millones de dólares que costó la obra. En la titánica iniciativa económica lo apoyaron muchos astros de Hollywood -Steven Spielberg, Barbra Streisand, Laura Dern, Eva Longoria, y Bob Iger, entre tantos, que seguramente se emocionaron este 30 de septiembre con la inauguración de ese templo de las películas, soñado desde que se creó la Academia de Cine en 1927.

Representa una fiesta del Séptimo Arte, que se comprometió acaso en la mayor superproducción de su historia de fantasías. En un formidable edificio-burbuja diseñado por Renzo Piano, se podrá ver parte de la más extensa colección relacionada con el cine: 12 millones de fotografías, 190 mil artículos de cintas clásicas, 80.000 guiones, 50.000 afiches y 20.000 diseños y bocetos. Hace 9 años, la Academia anunció la compra del Saban Building, un centro comercial de 1938 característico de las ciudades del oeste en el siglo pasado. Hoy, el museo mira en dirección al icónico cartel de Hollywood, a 5 km, y será un “símbolo instantáneo de Los Ángeles”, según el director de la nueva institución, Bill Kramer.

Diseñador del Centro Pompidou de París, el arquitecto Renzo Piano remodeló el Saban Building, junto al que construyó una gigantesca esfera, el Dolby Family Terrace, al que se conecta por puentes, y un cine-teatro, bautizado David Geffen Theatre, con una capacidad de mil plazas. Suma una superficie total de 28.000 metros cuadrados en el corazón de la Miracle Mile de Los Ángeles. «Una institución acariciada durante décadas y que ahora, por fin, abre sus puertas al público a partir de este jueves 30 de septiembre. “Sabemos que se convertirá en un símbolo instantáneo de Los Ángeles. Una visita obligada”, ha comentado Bill Kramer, director del centro.

El Museo contará con una sala propia dedicada a Pedro Almodóvar, «un recorrido a sus 40 años de trayectoria a través de sus temáticas como las relaciones familiares, la maternidad, la culpa y el dolor o la educación religiosa, en un espacio «que es proyección y sonido del suelo al techo, sin texto. Una experiencia inmersiva”, según avanzó Kramer en una entrevista con Los Angeles Times.

Las instalaciones alojan desde ahora la colección del museo, que incluye objetos pertenecientes a Cary Grant, Katharine Hepburn, Alfred Hitchcock, Marilyn Monroe y John Huston, así como recreaciones de escenografías originales de películas como «Star Wars», «El mago de Oz» o «La La Land». Allí están, además, los zapatos de Shirley Temple en «El pequeño coronel», el traje de Salma Hayek en «Frida», la primera máscara de «Alien», la máquina de escribir donde se redactó el guión de «Psicosis» y las tablas de la ley de «Los 10 mandamientos». Y se podrá cumplir el sueño mayor de un cinéfilo: tener en sus manos y posar con el mítico Oscar que nos lleva «De Aquí a la eternidad»…