F. W. Murnau filmó su propia versión de ‘Drácula’, dado que no tenía los derechos, y el resultado hizo historia
BOQUERINI .Viernes, 4 marzo 2022, 19:25
‘Nosferatu’ fue una de las grandes obras maestras del expresionismo alemán de la segunda década del siglo XX. Su director, F. W. Murnau (Bielefeld, Westfalia; 28 de diciembre de 1888 – Hollywood; 11 de marzo de 1931), quiso realizar una adaptación cinematográfica de la novela ‘Drácula’, de Bram Stoker, pero su estudio no logró hacerse con los derechos de la historia. De modo que decidió filmar su propia versión de la novela y el resultado fue una película que tiene un gran parecido con la historia original de Stoker, pero que no es la misma: El nombre de Drácula se cambió por el de Nosferatu, y también se cambiaron los nombres de los personajes.
‘Nosferatu’, recordemos que es una película muda, se estrenó en Alemania el 4 de marzo de 1922, va a cumplirse ahora los cien años, aunque en España no llegaría hasta el 29 de noviembre de 1931, en pleno auge del cine sonoro, como ‘Nosferatu: Una sinfonía del horror’.
El rodaje de ‘Nosferatu’ comenzó en julio de 1921 en Alemania, con tomas exteriores en Wismar. Una toma de la torre de la iglesia de Santa María sobre el mercado de Wismar con la fuente de abastecimiento de agua sirvió como el plano general de la escena de Wisborg. Otros lugares fueron el Wassertor (Puerta del Agua), el lado sur de la Iglesia de San Nicolás, el patio de la Iglesia Espíritu Santo y el puerto. En Lübeck, el almacén de sal abandonado sirvió como la nueva casa de Nosferatu en Wisborg. Otras tomas exteriores siguieron en Lauenburg, Rostock y en Sylt. Los exteriores de la película que se desarrolla en Transilvania fueron en realidad filmados en locaciones en el norte de Eslovaquia, incluyendo el Alto Tatra, el Valle Vrátna, el castillo de Orava, el río Váh, y el castillo Starý hrad. El equipo rodó tomas interiores en el estudio JOFA y más tomas exteriores en el bosque de Tegel.
El director de fotografía, Fritz Arno Wagner, solo tenía una cámara disponible por motivos presupuestarios, y por lo tanto solo había un negativo original. Murnau siguió el guion de Henrik Galeen al pie de la letra, siguiendo las instrucciones escritas a mano sobre el posicionamiento de la cámara, la iluminación y otros asuntos relacionados. Además, se preparó cuidadosamente; hubo bocetos que iban a corresponder exactamente a cada escena filmada, y tenía un metrónomo para controlar el ritmo de la actuación.
La película, protagonizada por prestigiosos intérpretes de la escuela alemana como Max Schreck, Gustav von Wangenheim, Greta Schröder o Georg H. Schnell, contaba cómo Hutter (Gustav von Wangenheim) y su mujer Ellen (Greta Schröder) forman un joven matrimonio que vive en la ciudad de Wisborg en el año 1838. Un día un agente inmobiliario envía a Hutter a Transilvania para cerrar un negocio con el conde Orlok (Max Schreck). Se trata de la venta de una finca de Wisborg, situada junto la casa de Hutter. Una vez en el castillo, es recibido por el siniestro conde. Al día siguiente, Hutter amanece con dos pequeñas marcas en el cuello, que interpreta como picaduras de mosquito. Una vez firmado el contrato, descubre que el conde es, en realidad, un vampiro. Al verle partir hacia su nuevo hogar, Hutter teme por Ellen. Rodada en escenarios naturales, práctica poco habitual que la aleja de los postulados del cine expresionista alemán, contiene abundantes planos de Nosferatu están inspirados en pinturas románticas.
Cuando se estrenó, la viuda de Bram Stoker demandó a los productores por infracción de derechos de autor y ganó el juicio. El tribunal ordenó que se destruyeran todas las cintas de ‘Nosferatu’, pero un reducido número de copias de la película ya se habían distribuido por todo el mundo, y permanecieron escondidas por particulares hasta la muerte de la viuda de Bram Stoker, muchas con mutilaciones importantes. Con el paso de los años se hicieron más copias de esas cintas que añadían a los cortes una notable falta de calidad. A pesar de lo cual ‘Nosferatu’ se convirtió en una de las mejores películas sobre el mito del vampiro y uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán, alcanzando la categoría de obra maestra. La reconstrucción más fiel de la película fue presentada en el Festival de Berlín de 1984.
En 1979, el también alemán Werner Herzog dirigió una adaptación de ‘Nosferatu’ titulada ‘Nosferatu, vampiro de la noche’, con algunos cambios en el guion, pero igualmente notable.
Publicado en LA BUTACA de las webs de los diarios regionales de Vocento