La palabra tiene 27.000 seguidores en Facebook bajo el lema «Save The Peak»

Con el tiempo, LAND desapareció, y HOLLYWOOD ha pasado a formar parte de la memoria de varias generaciones como el logo de la ciudad de los sueños, las estrellas y el gran cine. En su lado oscuro, muchos suicidas han elegido durante décadas las descomunales iniciales para despeñarse e iniciar el camino hacia el infinito y más allá. Recientemente, porque la Historia siempre se repite, el grupo de inversores de Chicago que le compraron los terrenos a Hughes estaban a punto de vender los 138 acres del terreno que incluye el icono a unos constructores inmobiliarios que planeaban la erección de cuatro exclusivísimas mansiones.

Hace años se cernía esta amenaza y para defender las siglas se había creado el Trust for Public Land con el fin de incorporar los terrenos al parque Griffith. Pero no pudieron recaudar el dinero necesario para hacerse con ellos: 12.5 millones de dólares. Este mes de febrero, todavía faltaban seis millones de dólares para alcanzar la cifra. La Fundación Tiffany y Aileen Getty aportaron grandes sumas pero no era suficiente. La palabra tiene 27.000 seguidores en Facebook. Su lema, «Save The Peak».

De entre las celebridades que habían contribuído, Steven Spielberg, el «gobernator» Arnold Schwarzenegger, Tom Hanks, su mujer Rita Wilson, los productores y matrimonio Frank Marshall y Kathleen Kennedy, Virginia Madsen y la suegra de Antonio Banderas, la legendaria Tippi Hedren, entre otros. Pero han sido finalmente los 900.000 dólares aportados por el magnate del erotismo pícaro Hugh Hefner el que ha salvado la icónica leyenda. Fue él, junto con Alice Cooper, Andy Williams y Gene Autry los que pagaron la restauración ya en 1978.

Así que el mundo está más en deuda todavía con el fundador de «Playboy», la red de revistas, clubes y demás que causaron una revolución radical en los años 50 al reivindicar la sexualidad humana. Y lo hizo este licenciado en psicología de Chicago, que dirigió el imperio desde su enorme cama, creando la revista cuya primera página central mostraba a una desconocida y morena Marilyn Monroe desnuda sobre un gran lienzo púrpura. La triste Anne Nicole Smith fue otra de las recauchutadas que adornaron el famoso «centerfold».

Siempre en pijama de seda, acompañado de media docena de «novias» explosivas, «playmates» del mes y a veces, gemelas, y celebrando sus exclusivas y «escandalosas» fiestas, «orgías para muchos», la mansión, sobre todo su gruta, y su dueño son parte de la leyenda de una ciudad de leyendas. A los 84 y confesando estar sexualmente activo gracias al Viagra, el hombre que organiza 22 fiestas en la Mansión Playboy -con el conejito que diseñó Arv Miller- al mes ha realizado finalmente su más grande contribución a la Historia de la Humanidad.
«Mis sueños y fantasías de infancia salieron de las películas y las imágenes creadas en Hollywood tuvieron una gran influencia sobre mi vida y sobre Playboy», ha recordado Hefner. «Como dije anteriormente, el letrero de Hollywood es la Torre Eiffel de Hollywood y estoy muy agradecido por ayudar a preservar ese importante monumento cultural», ha agregado satisfecho.