Guillermo del Toro será el padrino de un festival que ampliará un día de programación
El Festival de Sitges celebrará en 2017 su 50 aniversario. Y lo hará con un programa especial en el que ya ha empezado a trabajar y que permitirá revivir algunos de los momentos más mágicos de su historia.
La 50ª edición del Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya contará con una larga lista de nombres de primer nivel asociados al cine fantástico, destacando el de Guillermo del Toro, que ejercerá de padrino.
El director mexicano ha aceptado la invitación que le ha formulado el director del Festival, Ángel Sala. Del Toro inauguró el Festival en 2006 con «El laberinto del fauno» y visitó Sitges por primera vez en 1993, donde obtuvo el primer premio al Mejor guión con «Cronos», su ópera prima.
Sitges en 2017 ganará un día más de festival y volverá a inaugurarse en jueves, cómo hizo en ediciones anteriores. La 50ª edición del Festival se celebrará entre los días de 5 y 15 de octubre y tendrá como a leitmotiv una de la referencias del cine de género: la figura de Drácula. En 2017 se conmemorará, así mismo, al 25º aniversario con la emblemática versión que rodó Francis Ford Coppola.
Para conmemorar sus 50 primeras ediciones, el Festival trabaja en un programa que presentará en los próximos meses y que recorrerá su historia, desde sus orígenes hasta nuestros días y, así mismo, supondrá un homenaje al cine de género. Entre las actividades ya programadas se incluye un ciclo de la Filmoteca de Catalunya, que se celebrará entre junio y septiembre y que será una antesala a Sitges 2017. El Festival y la Filmoteca producirán también una exposición, que se podrá ver durante el verano en Barcelona y a partir de septiembre en Sitges. Entre las acciones programadas habrá un homenaje a los impulsores de Festival, entre mucha otras actividades e iniciativas en las que ya está trabajando el equipo.
En 1968 nació la primera Semana de Internacional de Cine Fantástico y de Terror de Sitges, en un momento en el que la localidad se posicionaba como una destinación turística y cultural. Desde la primera edición, el Festival ejerció de escaparate y escenario del cine de género más popular del momento, con sesiones en los cines de las sociedades centenarias de Sitges: el Retiro y el Prado. Cuando el Festival celebró su 25 aniversario (en 1992) protagonizó un significativo paso adelante gracias a la apertura del Auditorio, que, con 1.384 butacas, era en aquel momento el más grande del Mediterráneo. El año pasado, el Festival sumó una cuarta sala, la Tramuntana, situada en el mismo Hotel Meliá Sitges.