La ópera prima de Aritz Moreno es una película marciana sobre la locura llena de dobles juegos de espejos 

El cineasta donostiarra Aritz Moreno ha debutado en el Festival de Cine Fantástico de Sitges con «Ventajas de viajar en tren», «una película marciana sobre la locura», según sus palabras, que combina los géneros, que adapta a la gran pantalla la novela de culto homónima de Antonio Orejudo, llena de dobles juegos de espejos y de muñecas rusas. El ministro de cultura José Girao, presente en el Festival asistió a la proyección y departió amablemente con el equipo.

Para su debut en el largometraje, Aritz Moreno ha escogido una empresa casi imposible, como le advirtieron los productores, llevar a la gran pantalla la novela Antonio Orejudo. La película, de la que no comviene desvelar demasiado cuenta como Helga Pato, que regresa a Madrid en tren tras haber ingresado a su marido en una clínica psiquiátrica del norte de España, es abordada por su compañero de asiento, el psiquiatra Ángel Sanagustín, que le habla de uno de sus pacientes y de las pintorescas historias de aquellos que le rodean. La película es un delirio sórdido pero fascinante, repleto de obsesión, perversión, sarcasmo, diversión, demencia, sofisticación… «Una película consciente de ser una película, un juguete sobre la ficción. Es una comedia negra extrema, marciana, con momentos de thriller, de terror, romanticismo…y sobre todo surrealismo”, según su director, que habla de «una película sumamente original que llevaba gestando desde hacía cinco años. Y es que adaptar al cine un libro tan complicado a nivel de estructura, con mezcla de géneros, narradores y de múltiples historias que se asemejan a las muñecas rusas ha sido una tarea ciertamente complicada».

«Ventajas de viajar en tren» cuenta con Ernesto Alterio, Pilar Castro, Luis Tosar, Belén Cuesta, Quim Gutiérrez, Macarena García, Javier Botet o Alberto San Juan como protagonistas. La adaptación de la novela arrancó cuando la coproductora Leire Apellániz, de Señor y Señora, le dijo a Aritz Moreno que leyera el libro de Orejudo. «Enseguida se convirtió en una de mis novelas y vi que ahí había material para una película”, dice Moreno. El director reconoce que ha sido una locura trasladar la novela al cine «porque de sus 150 páginas se podían hacer tres filmes” y hubo que hacer un trabajo de selección. «Yo no soy guionista, por lo que le encargamos la adaptación a Javier Gullón, que ya había hecho un excelente trabajo adaptando a José Saramago en «Enemy», de Dennis Villeneuve», y en todo momento contó con la aprobación de Orejudo, «que nos dio una seguridad muy grande”. Para el director, «esta es una película muy libre, tanto para verla como para salirse de la sala, depende de la tolerancia de cada uno. Desde luego lo que si es, es un filme para hablar de él durante mucho rato tras su visionado».

Luis Tosar, con el que había colaborado Moreno en su corto «Cólera», fue el primero en sumarse al reparto. El actor define esta historia como «majara, y por eso tiene el valor que tiene». Según Belén Cuesta, «el guion me dejó atrapada y mi personaje es es complejo de entender». Su compañera Macarena García, asegura que «fue Belén quien me habló del guion, que le entusiasmaba. Cuando entré en el proyecto, tuve que leer el guion dos o tres veces para entenderlo todo bien. Es una historia de luz muy peculiar». Para Ernesto Alterio, que interpreta al psiquiatra Ángel Sanagustín, «el mundo de la locura no me resulta ajeno porque muchas veces se me va la olla”, comenta sobre su rol. «No me basé en nadie en concreto, pero me preocupé en entender lo que es el delirio e investigué casos de esquizofrenia y entendí que el delirio aparece en un punto de la realidad que esa persona no puede explicar. Había que tener esa angustia, esa zona oscura para transitarla y ahí aparece toda esa narración». Como en una matrioshka, en la película cada relato oculta otr, cada uno enmarcada en un género distinto, pero todos presididos por el humor negro y la perversión.

La película ha sido acogida en Sitges con mucho entusiasmo. Ya se habla de premio, aunque el que seguramente se llevará será Goya a la mejor ópera prima.