«ES MARAVILLOSO ESTAR DE VUELTA», DIJO EL CASI OCTOGENARIO ACTOR, QUE ABANDONÓ SU RETIRO DE LAS BAHAMAS PARA ASISTIR A LA PROYECCIÓN DE «EL HOMBRE QUE PUDO REINAR»

A punto de cumplir 80 años, un emocionado Sir Sean Connery recibió ayer lunes un emotivo homenaje en Festival de Edimburgo, certamen que apadrina desde 1992. El actor escocés abandonó su idílico retiro en las Bahamas para acercarse a su tierra donde recordó uno de sus papeles favoritos: el de ex soldado renegado del Ejército británico que encarnó en «El hombre que pudo reinar», la película de 1975 que protagonizó junto a Michael Caine para John Huston.

«Hay pocas películas sobre la amistad y es muy importante y esta fue acerca de eso», señaló un emocionado Connery. «No me había percatado del impacto que iba a tener en mí», dijo entre lágrimas tras la tremenda ovación de los 1.500 espectadores que abarrotaron la sala al presentar el filme de Huston.
La película, una joya tardía del director estadounidense basada en un relato corto del escritor Rudyard Kipling, trata sobre dos pícaros soldados que van hasta el norte de Afganistán con el afán de convertirse en reyes y obtener una fortuna. Con un deje de nostalgia, Connery, quien cumple 80 años el 25 de agosto, dijo «es maravilloso estar de vuelta».
Michael Caine, que no pudo asistir a la proyección, dejó un mensaje para su camarada Sean. «Felices 80 años; no le pudo haber pasado a un mayor amigo», decía en su misiva. Antes de la proyección, Connery reveló una placa en su honor en la zona donde nació y creció en Fountainbridge, Edimburgo.
Con cerca de un centenar de trabajos a sus espaldas, Connery vive desde hace siete años en las Bahamas alejado del mundanal ruido de Hollywood. Un idílico paraíso que no abandonó ni siquiera ante la llamada de Spielberg y Lucas para que regresara a la saga de Indiana Jones. Su último trabajo ante las cámaras lo vimos en 2003, en «La liga de los hombres extraordinarios», un fracaso de crítica y público que le alejó definitivamente de las cámaras.