LA PELÍCULA ES UN OSCURO DRAMA FAMILIAT PLENO DE REALISMO SOCIAL

Thomas Vinterberg («Belebración»), tras su etapa «dogma», regresa a la narrativa simple con «Submarino», presentada en competición en la Berlinale. La película es un oscuro drama familiar y social con pocas concesiones para el espectador y que ha levantado polémica y división de opiniones.

«Submarino» es una meticulosa adaptación de la novela de Jonas T. Bengtsson, protagonizada por dos hermanos que sobrellevan un trauma infantil. Ya de adultos, sus destinos se separan. El primero, Nick (interpretado por Jakob Cedergren), es un alcohólico que vive en una casa de acogida, mientras que su toxicómano hermano (al que da vida Peter Plaugborg) intenta criar solo a su hijo Martin. Los dos hace tiempo que tocaron fondo y están intentando salir a la superficie. Nick tiene la esperanza de reunirse con su hermano, mientras que éste dedica su atención a su hijo pequeño.
«Quería tratar el tema de la responsabilidad hacia los niños y el sentido de culpa de los padres”, ha explicado Vinterberg en la rueda de prensa posterior a la proyección. «Mi objetivo no era juzgar a los personajes, sino analizar la fragilidad de los seres humanos”. La primera parte de «Submarino», en la cual los hermanos son dos adolescentes abandonados por su alcohólica madre que tienen que defenderse por sí solos y ocuparse de su hermano pequeño,
Se da la circunstancia de que la televisión pública danesa TV2, descontenta con la estética dogma, ha proporcionado su ayuda financiera con la condición de que mitad del equipo técnico y artístico estuviese compuesto por debutantes, como el director de fotografía Charlotte Bruus Christensen y el guionista Tobias Lindholm.
Para Vinterberg esta imposición le ha resultado un estimulante: «En los últimos diez años he experimentado con muchas técnicas cinematográficas. Con «Submarino» me he sentido como si estuviera haciendo una película de licenciatura. He vuelto a una narración más directa”, dice.
La película posee un inicio prometedor pero el nivel cae a la mitad del metraje a pesar de las sólidas interpretaciones de Cedergren y Plaugborg.
Por contra, una producción noruega, de la que no se esperaba gran cosa, ha provocado una enorme ovación. Hans Meter Molands un director noruego de 54 años lleva a la pantalla «En ganske Snill Mann», la historia de un asesino que regresa tras pasar 12 años tras las rejas con un cuerpo duro y golpeado. La película hace olvidar el drama humano para convertirse en una comedia tierna y repleta de escenas cómicas.
«Es difícil seguir siendo un ser humano cuando se tiene que regresar a un mundo duro y sin esperanzas”, ha dicho el director durante una conferencia de prensa tras la proyección, donde él y sus interpretes han sido recibidos con una nueva ovación. «Quise mostrar con mi película que es posible seguir viviendo sin perder la dignidad”, ha concluido el realizador.