Artículo publicado originariamente para La Butaca

Mucho antes de su famosa ‘trilogía del dólar’, el italiano Sergio Leone debutó como director, tras años de ayudante, con un péplum de los de sandalia y espada, ‘El coloso de Rodas’, de 1960, que rodó en múltiples localizaciones españolas.

Sergio Leone (Roma, 3 de enero de 1929 – Roma, 30 de abril de 1989) creció entre cámaras y platós: Su padre era el actor y director de cine Vincenzo Leone, que a veces filmaba con el seudónimo de Roberto Roberti, que ejerció hasta que en 1943 Benito Mussolini le solicitó una opinión sobre un guion que había escrito y Vincenzo fue sincero. A partir de ese momento nunca más volvería a dirigir. Su madre, Vice Valerian, fue actriz del cine mudo italiano. Leone intentó estudiar derecho, pero le pudo su pasión por el cine y empieza a trabajar en la industria. Comienza a trabajar primero como ayudante de dirección, primero de directores italianos, entre ellos de Vittorio de Sica en ‘Ladrón de bicicletas’, y después de los cineastas norteamericanos que pasaban por los estudios de Cinecitta para rodar grandes superproducciones, entre ellas algunos péplum: ‘Quo Vadis?’ (1951) de Mervyn Le Roy, ‘Helena de Troya’ (1955) de Robert Wise, ‘Ben-Hur’ (1959) de William Wyler o ‘Historia de una monja’ (1959) de Fred Zinnemann. En 1959 se convierte en ayudante de Mario Bonnard en ‘Los últimos días de Pompeya’, pero el director cae enfermo y Leone se encarga de la dirección, aunque no puede firmar la película. 

Su primera película oficial es ‘El coloso de Rodas’ (1960), una coproducción entre Italia, Francia y España, con un presupuesto mínimo, en torno a una de las siete maravillas del mundo, que Leone acepta rodar. Aunque el guion estaba ya escrito por siete guionistas, Leone quiere participar en él: ‘Pensé en escribirla con un sentido irónico, sin limitaciones por parte de los productores. Quería, por ejemplo, que el rostro del Coloso recordase a Benito Mussolini, el dictador que impidió que mi padre siguiera trabajando». Sin embargo, los productores exigen un rodaje rápido que no resultase caro: «Hice todo el filme sin parar. Trabajamos día tras día y me divertí técnicamente con muchas ideas, pero sin tener tiempo de llevarlas a cabo. Fue un error. Con un descanso y dos meses de preparación podría haber hecho un filme más personal».

La película se rueda en localizaciones españolas que Leone conocía bien ya que gran parte de ‘Los últimos días de Pompeya’ se rodó aquí: La ciudad de Rodas, con su monumental Coloso en el puerto, es Laredo (Cantabria), rodándose también en Santoña. Además, en los Jardines de La Granja de San Ildefonso (Segovia), en la Ciudad Encantada (Cuenca), en Luarca (Asturias), en Manzanares el Real (Madrid) y en los Estudios CEA de la capital española. La película es un relato de ficción sobre la isla de Rodas durante su período clásico a finales del siglo III antes de Cristo, utilizando el Coloso de Rodas como telón de fondo para la historia de un héroe de guerra que se involucra en dos diferentes planea derrocar a un rey tiránico: uno por patriotas de Rodas y el otro por agentes fenicios.

El protagonista principal iba a ser John Derek, quien consideraba a Leone demasiado inexperto y trató de ocupar él mismo el puesto de dirección. Pero la mayoría del equipo apoyó a Leone, que conservó el puesto, y Derek terminó abandonando la película, siendo sustituido por Rory Calhoun. El resto del reparto era un puzle de actores italianos, franceses y españoles: Lea Massari, Georges Marchal, Conrado San Martín, Ángel Aranda, Mabel Karr, George Rigaud, Roberto Camardiel o Antonio Casas. Los extras y figurantes se buscaron entre los habitantes de los lugares donde transcurrió el rodaje: Cobraban 100 pesetas por jornada y 200 los que iban caracterizados o con lanzas o espadas. Rodada originalmente en inglés, ‘El coloso de Rodas’ es la única película de Leone que no cuenta con una banda sonora de Ennio Morricone, su autor fue Angelo Francesco Lavagnino.

El rodaje, en agosto de 1960, fue muy rápido y Leone demostró que, pese a la escasez de medios, su imaginación sacaba provecho de todo y los resultados eran satisfactorios. Contaba con Jordi Grau como ayudante, y se asegura que el director catalán fue responsable de la filmación de alguna escena. Además, Leone aprovechó algunas imágenes de ‘Los últimos días de Pompeya’, que también retrataba una catástrofe natural, para utilizarlas en un terremoto. Leone no fue responsable del montaje final, y así la película tiene diferentes duraciones y alguna variación (sobre todo en los créditos): En Francia duraba 127 min., en Italia: 139, y en España: 123.

‘El coloso de Rodas’ fue estrenada en Madrid el 16 de junio de 1961. Según la MGM, que la distribuyó a nivel mundial, dio un beneficio de 350.000 dólares. Pese a ello, Leone tardó en dirigir su segundo file. Antes volvió a ser ayudante de dirección, en este caso de Robert Aldrich en ‘Sodoma y Gomorra’ (1962). No fue hasta 1964 cuando pudo dirigir su siguiente filme, ‘Por un puñado de dólares’, que le consagró mundialmente. Es curioso que, con el paso del tiempo, ‘El coloso de Rodas’ se ha convertido, como tantas otras películas de sandalia y espada, en un icono gay, algo que Leone nunca pudo imaginar.