Condenado a no poder salir de su casa, tiene prohibido dirigir cine, escribir o incluso conceder entrevistas

El cineasta iraní Jafar Panahi, condenado por delitos políticos en su país, ha obtenido el Premio Sajarov del Parlamento Europeo, por su defensa de los derechos humanos y las libertades, galardón que comparte con su compatriota la abogada Nasrin Sotoudeh, también en prisión por su defensa de represaliados políticos por el régimen teocrático que subyuga al país.

El premio, instaurado en recuerdo del científico y disidente soviético Andrei Sajarov, se concede anualmente desde 1988. Los ganadores obtuvieron más votos que las otras candidatas, las integrantes del grupo musical ruso Pussy Riot.
«El premio es un mensaje de solidaridad y reconocimiento a una mujer y a un hombre que no se han arredrado por el miedo y la intimidación y que han decidido poner el destino de su país por delante del propio», ha dicho el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.
Panahi, de 52 años, ganador de muchos premios internacionales y partidario del líder de la oposición Mir Hosein Musavi en las elecciones presidenciales del 2010, cuyo triunfo electoral fue aplastado de parte del régimen de los ayatolahs que encabeza formalmente Mahmoud Ahmadinejad, fue detenido hace dos años junto con su esposa y su hija, a las que después liberaron. Estuvo en prisión durante 88 días, durante las cuales inició una huelga de hambre. Posteriormente fue condenado en diciembre de 2010 a 6 años de cárcel y prohibición de ejercicio profesional por dos décadas. Un tribunal islámico le juzgó por «propaganda contra el sistema», y la sentencia le obliga a parte de la reclusión a 20 años de silencio forzado, sin poder escribir, dirigir, viajar o siquiera otorgar entrevistas, lo cual despertó olas de solidaridad en todo el mundo.
El pasado año, el cineaata detenido en su domicilio consiguió sacar del país y hacer llegar al Festival de Cannes un pen-drive o memoria USB con su cinta «Esto no es un filme», sobre un día en su vida encerrado en casa.